Llevar un adecuado control prenatal en las mujeres embarazadas es de suma importancia, pues se pueden detectar oportunamente enfermedades tanto de la madre como del bebé, evitando así un desenlace fatal, de acuerdo a la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado.
El doctor Misael Padilla, coordinador Estatal del Programa Emergencia Obstétrica comentó que en un control prenatal se debe revisar la evolución del peso de la mamá, su presión arterial y los niveles de glucosa, además de la frecuencia cardiaca del bebé para determinar que todo esté bien.
Añadió, que es de suma importancia pues ayuda a prevenir complicaciones del embarazo, se vigila el crecimiento y la vitalidad fetal, ofrece la posibilidad de disminuir las molestias y síntomas asociados con este estado, además de preparar física y mentalmente a la madre para el alumbramiento.
La primera cita debe realizarse inmediatamente después de confirmar el embarazo, pues en esta se inicia el historial médico, en el que se detalla el estado de salud de la madre, sus padecimientos, si tuvo embarazos anteriores, entre otros y toda aquella información necesaria para prevenir complicaciones.
Lo más recomendable es que se visite al médico cada mes, no obstante, en caso de no ser posible como mínimo se deben realizar cinco revisiones; la primera dentro de los primeros cinco meses, la segunda entre el sexto y séptimo mes, la tercera dentro del séptimo y octavo, la cuarta entre el octavo y noveno mes, y la última cuando empieza la labor de parto o el médico haga una cita para planificar una cesárea o parto normal.
Además el médico le ofrecerá orientación sobre la alimentación que debe llevar, las horas de descanso, si se tiene la necesidad de vitaminas extras, los signos de alarma que pueden poner en riesgo su vida y la de su hijo, el tipo de vestimenta que debe usar, entre otros consejos para llevar un embarazo saludable.
Durante el embarazo es posible que se puedan presentar complicaciones, por esta situación, la principal finalidad del control prenatal es detectar aquellos problemas que pueden surgir y poner en riesgo la vida de la madre o del bebé.