El Comité Ejecutivo Estatal del Partido de la Revolución Democrática exige a las autoridades del estado, no minimizar los problemas que padece la ciudadanía desde hace tiempo, pedimos estar alertas a las señales que se observan y que podrían derivar en hechos de mayor violencia en el estado de Chihuahua.
Cada situación que se presenta en estos momentos, viene de tiempo atrás y es caldo de cultivo para situaciones de mayor gravedad. Empezando por el problema del transporte con antecedentes en el inicio del vivebús y todas las aristas que conlleva, que derivaron en la pésima prestación de un servicio al que tiene derecho la ciudadanía que ahora resulta en la toma de instalaciones y lapidación de camiones afectando más a los usuarios.
El desabasto de gasolinas que empieza a generar agresiones contra los trabajadores de PEMEX por el encono de la población. Manifestaciones programadas de maestros por hechos como el de Oaxaca que ya tiene repercusiones en nuestra entidad con movilizaciones en próximos días para apoyar al magisterio, a lo que se suman las protestas de los médicos de yo soy 17, jubilados de la CFE que exigen respeto a sus garantías laborales, el anuncio de grupos que tomarán los puentes internacionales en ciudad Juárez.
Cada manifestación, cada protesta realizada, anunciada, debe servir para que las autoridades estén alertas de situaciones que pueden llevar al estallido social, no generado en recientes días, sino en medidas tomadas de tiempo atrás sin tomar en cuenta a la población.
Es evidente el hartazgo de los chihuahuenses que se vio reflejado, indudablemente en las urnas en la elección reciente, no son situaciones de hoy, es la suma de los factores que en esta ocasión sí pueden alterar el producto, si las autoridades siguen negando y minimizando los hechos, señales irrevocables del camino que puede terminar en hechos lamentables.
Los chihuahuenses, no queremos que se instale aquí otro Oaxaca, nos negamos a regresar al pasado e instalarnos en un México 68, la ciudadanía está hablando y expresando su malestar en las calles, en las plazas, en los medios y las redes; es hora de atender en los hechos y permitir que el agua tome su nivel y el río, siga su cauce.