Defensoras de derechos de las mujeres de diferentes asociaciones civiles se reunieron esta mañana en la Cruz de Clavos para conmemorar la lucha contra la violencia de género y exigieron al Estado Mexicano informar sobre estadísticas de feminicidos, sentencias por tales asesinatos y difusión de campañas preventivas.
Según un informe realizado por académicos y defensores de derechos humanos para el Instituto Chihuahuense de la Mujer (Ichmujer), del 2003 al 2014 se cometieron alrededor de 2 mil feminicidios y un dato que preocupó es que la violencia contra las mujeres mantiene sus tasas más altas en zonas rurales de la entidad de Chihuahua.
Debido a este contexto de violencia que se vive en el estado, las organizaciones de mujeres han denunciado que las autoridades no han dado cumplimiento con las obligaciones establecidas en las leyes que suponen proteger a las feminas mexicanas, indicando que se desconocen los resultados del ejercicio presupuestal de las dependencias encargadas de atender y erradicar la violencia.
Aclaran que los feminicidios, la máxima expresión de violencia contra las mujeres, no son prevenidos, ni investigados, así como tampoco existe un acceso a la justicia para las víctimas y tampoco se atienden las causas o conssecuencias de esta violencia en el tejido social.
La sentencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en relación al caso “Campo Algodonero”, entre otras sentencias, no se han respondido de manera total, según detalló el movimiento de mujeres que se manifestó esta mañana frente a palacio de gobierno.
La Jornada publicó el día de hoy una serie de datos erogados del estudio del Ichmujer, donde se destaca como otro factor de riesgo el hecho de que los homicidios de mujeres se extendieron a 47 de 67 municipios, incluidos Juárez y Chihuahua; sin embargo, ahora las tasas más altas se ubican en 12 municipios rurales.
El estudio distingue cambios en el tipo de homicidios. En la década de 1990 en Ciudad Juárez la mayoría de las víctimas eran menores de 25 años, solteras, estudiantes o trabajadoras de las maquiladoras, y eran asesinadas por estrangulamiento, asfixia, golpes y heridas con armas punzocortantes, y muchas de ellas eran violadas.
Sin embargo, a partir del año 2000 crecieron en la misma proporción los homicidios de mujeres de 25 a 35 años, amas de casa y empleadas, la mayoría asesinadas con armas de fuego, punzocortantes y golpes.
El diagnóstico precisa que entre 2005 y 2009 hubo un aumento de los homicidios de mujeres en sus viviendas y en las calles, lo que muestra una pérdida de seguridad tanto en espacios públicos como privados.