El pasado martes, en el municipio de Guadalupe fue asesinado un agente policíaco y su hijo de catorce años, luego de que fueran atacados por hombres armados. En el lugar se embalaron 23 casquillos del arma conocida como cuerno de chivo.
Ante esto, el gobernador del estado, César Duarte Jáquez, fue cuestionado sobre los pocos elementos que se tienen en la región, comentando que Guadalupe no necesita más agentes.
“No necesita agentes estatales, menos de la Gendarmería, mire eran cinco elementos los que resguardaban la seguridad municipal, no es para un tema de la gendarmería”, manifestó el mandatario estatal.
Comparó las cifras obtenidas en años pasados en el tema de homicidios e indicó que si antes se cometían 30 ahora se cometen tres, agregando que en cualquier parte del mundo hay delitos.
En relación a los ataques del elemento municipal, sé detalló que él, su hijo y un civil que iba en la patrulla fueron emboscados, falleciendo Joaquín Hernández y su hijo del mismo nombre y de 14 años de edad.
En el ataque, el civil resultó herido y fue trasladado a Ciudad Juárez a recibir atención médica, según dio a conocer personal de la Fiscalía zona norte (FGE).
Fue a las 08:20 horas la unidad de Protección Civil recibió una llamada que advertía sobre un choque en la carretera Juárez-Porvenir a la altura del poblado de Barreales. La patrulla era conducida por el policía Joaquín Hernández, quien por motivos desconocidos llevaba a su hijo y a un civil en el vehículo oficial.
En la escena se encontraron 23 elementos balísticos de 7.69 x 62, también conocida como “cuerno de chivo”.
En el lugar murió de manera casi instantánea el agente, mientras que su hijo y el civil quedaron con vida, minutos después falleció el menor, según trascendió. La identidad del herido, así como la razón social del hospital al que fue trasladado el herido se reserva por razones de seguridad.