Con destino a la Ciudad de México, partió con gran entusiasmo y emoción la banda de guerra “Panteras”, conformada por 20 niñas y niños de entre nueve y once años que habrán de representar a Chihuahua dentro de la sexta edición del Concurso Nacional de Bandas de Guerra Calderón 2016.
Previo a su partida Kevin Enrique Nava, corneta de órdenes comenta sentirse muy emocionado y orgulloso de él mismo por lograr participar en este concurso nacional, “la verdad no hubiéramos logrado nada sin el apoyo entre todos los compañeros y de nuestras familias”, comenta, y agrega que independientemente de que se sentir muchos nervios, se siente bastante motivado.
Para Layla Adame, lo importante es demostrar los avances que a logrado gracias al esfuerzo de los ensayos y en los concursos que han participado hasta el momento. “Participar en este concurso es algo que casi no nos imaginábamos que fuera a pasar tan rápido, todos los de la banda todavía no nos la creemos, pero cuando estemos allá vamos a dejar lo mejor de nosotros”, concluye.
Óscar Alejandro Rubio por su parte dice que no cabe de la felicidad porque ha encontrado buenos amigos dentro de la banda y es una gran experiencia viajar con ellos para alcanzar este sueño, y añade que van a la Ciudad de México con la confianza de haber ganado las últimas competencias pero que no se van a confiar.
Desde su formación hace tres años, la tenacidad de cada integrante ha sido el motor principal de esta banda del centro comunitario Ponce de León, el no contar con instrumentos fue uno de los primeros retos ya que los niños tuvieron que aprender a tocar con latas conocidas como “chileras”.
Todo comenzó hace tres años cuando un grupo de madres de familia tomó la iniciativa de que los menores tuvieran una actividad extracurricular cívico formativa, fue así que una de ellas se acercó al instructor Antonio Gutiérrez, para que les enseñara a las niñas y niños a tocar.
Los primeros cinco meses fueron los más difíciles porque las niñas tocaban con latas “chileras” en lo que adquirían sus tambores, mientras que el instructor logró conseguir unas cornetas para que los niños pudieran ensayar, así lo relata la señora Gabriela Ramos Padilla, madre de uno de dos integrantes de la banda.
Romero Padilla recuerda que para comprar los instrumentos y uniformes de campaña a cada integrante, las madres se organizaron para realizar distintas actividades como la venta de hamburguesas y chocolates con familiares, amigos y vecinos.
Por su parte, María Luisa Velázquez Reyes, promotora y encargada del centro comunitario Ponce de León de la Secretaría de Desarrollo Social, recuerda que desde el principio el instructor de los niños se acercó a ella para solicitarle su apoyo, a lo cual, no dudó en ofrecer las facilidades para que la banda contara con el espacio adecuado para realizar sus ensayos.
La promotora añade que la banda de guerra ha servido de aliciente para que las niñas y niños tengan un mejor rendimiento académico, además de que lo combinan con las diferentes actividades que desarrollan dentro del centro comunitario.
“Las buenas calificaciones son un requisito indispensable para que los niños aseguren su permanencia dentro de la banda de guerra, cuando llegan a bajar su rendimiento el acuerdo no pueden asistir a las competencias, lo que se convierte en un incentivo para cada integrante”, asegura Velásquez Reyes.
María Luisa destaca que debido a los logros que han ido cosechando los niños, ahora la Secretaría de Desarrollo Social les facilita los viáticos para hospedaje y alimentación y puedan alcanzar otro sueño, que es el de representar a Chihuahua frente a bandas de guerra de todo el país.
Las primeras presentaciones que realizó la banda fueron dentro de la escuela primaria a la que asisten sus integrantes, Héroes de la Revolución 2737, durante las ceremonias de honores a la bandera cada lunes.
La constancia y tenacidad que fueron demostrando las niñas y niños fue fundamental para que al poco tiempo el instructor les propusiera a las madres que se inscribiera a la banda de guerra en su primer concurso.
“En esa ocasión la banda quedó en el séptimo lugar de ocho concursantes. Y aunque no ganaron, eso sirvió de motivación para que los niños se esforzarán cada vez más, porque le agarraron sabor a la competencia”, detalla Gabriela Ramos.
La pasión que desarrollaron las Panteras los llevó a participar en más concursos de la capital del estado, hasta en noviembre que en 2014 ganaron el primer lugar dentro de una competencia del Pentatlón en la categoría “Mejor Marcha Libre.
Cada concurso consta de tres toques reglamentarios y una marcha libre que improvisa cada banda de guerra durante cinco minutos.
Para el 2015 en esa misma competencia, los niños lograron ganar las tres categorías del Pentatlón, “Mejor Banda de Guerra”, “Mejor Marcha Libre” y “Mejor Corneta de Órdenes”, que lo obtuvo el niño Kevin Nava.
De ahí vinieron más concursos que trajeron consigo reconocimientos y experiencia para los menores, entre estos, del CONALEP, Colegio de Bachilleres, Fuerza Aérea Mexicana y recientemente, el Regional de Primarias donde representaron a la zona 88 y a la escuela Héroes de la Revolución.
Ahora toca el turno de las “Panteras” representen al estado de Chihuahua en una de las competencias nacionales más reconocidas, el Concurso Nacional de Bandas de Guerra Calderón 2016, donde seguramente demostraran que cada minuto de esfuerzo ha valido la pena para llegar tan lejos en tan poco tiempo gracias a los sueños de cada integrante.