El lunes, Estados Unidos designó formalmente al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y a sus aliados en el gobierno como miembros de una organización terrorista extranjera llamada Cártel de los Soles, un grupo que no existe.
“El cártel no existe”, me dijo el lunes por teléfono desde Caracas, la capital de Venezuela, Phil Gunson, analista principal del International Crisis Group. Cártel de los Soles es un término peyorativo venezolano para referirse a las figuras corruptas de las fuerzas armadas que reciben dinero de los narcotraficantes; el nombre hace referencia a la insignia del sol que llevan en sus uniformes. Se acuñó hace más de 30 años, dijo Gunson, como mote periodístico, “y quedó como una especie de etiqueta de broma”. Es como si Donald Trump clasificara al “Estado profundo” como una pandilla criminal.
Declarar organización terrorista a este falso cártel podría tener consecuencias en el mundo real. “Creo que pretende enviar el mensaje a Maduro de que ahora se te considera un terrorista y, por tanto, podrías correr la misma suerte que Osama bin Laden”, dijo Gunson. Es a la vez una amenaza y una justificación para una posible operación de cambio de régimen, una aventura militar que sería totalmente absurda, pero que también parece cada vez más probable.
Nadie sabe si estamos a punto de empezar a bombardear Venezuela, pero la demagogia del gobierno sobre el Cártel de los Soles es solo una de las muchas señales alarmantes. Desde hace meses, Estados Unidos ha estado cometiendo ejecuciones extrajudiciales de presuntos narcotraficantes, muchos de ellos procedentes de Venezuela, en el mar Caribe y el océano Pacífico oriental. Como informó The New York Times, el gobierno justifica estos ataques alegando que Estados Unidos se encuentra en un estado de conflicto armado con los cárteles de la droga. Ahora el gobierno parece dispuesto a ampliar este conflicto armado a Venezuela.
Información tomada de The New York Times
Source: Mundo

