La lactancia materna aporta a los niños los nutrientes y blindaje necesarios para su sano desarrollo, pero además contribuye a la salud de las madres y las previene de varios padecimientos graves.
En el marco de la Semana Mundial de Lactancia Materna, el especialista en Medicina Familiar, Dr. Christopher Wissar Acosta, explica los beneficios de la lactancia y extiende recomendaciones, mismas que se aplican en la consulta en Pensiones Civiles del Estado (PCE), dentro del programa Médico de Familia que desde hace un par de años desarrolla la institución.
El galeno señala que la lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Asegura que prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información, del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud.
¿Qué beneficios trae al bebé?
La leche materna fomenta el desarrollo sensorial y cognitivo, y protege al niño de las enfermedades infecciosas y crónicas. Además, la lactancia materna exclusiva reduce la mortalidad por enfermedades frecuentes en la infancia, como la diarrea o la neumonía, y ayuda a una recuperación más rápida.
¿En qué le beneficia a la mamá?
Ayuda a espaciar los embarazos, reduce el riesgo de cáncer de ovario y mama, aumenta los recursos familiares y nacionales, es una forma de alimentación segura y carece de riesgos para el medio ambiente.
La recomendación que se hace a las mamás derechohabientes de Pensiones Civiles del Estado y a la población femenina en general, es amamantar a los bebés durante los seis primeros meses de vida y a partir de entonces reforzarlo con alimentos complementarios al menos hasta los dos años, asegura el también coordinador del Primer Nivel de Atención Médica en PCE.
Para que las madres puedan dar pecho como alimento exclusivo durante los seis primeros meses, se recomienda:
Iniciar el amamantamiento durante la primera hora de vida.
Practicar el amamantamiento exclusivo, darle al recién nacido únicamente leche materna, sin otros alimentos o bebidas, ni siquiera agua.
Dar el pecho cuando el niño lo reclame, ya sea de día o de noche.
No utilizar biberones, tetinas o chupetes.
“La lactancia materna es una de las formas más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niños”, reitera el Dr. Wissar Acosta, destacando que la leche materna proporciona toda la energía y los nutrientes que necesitan durante sus primeros meses de vida y sigue aportándoles al menos la mitad de sus necesidades nutricionales durante la segunda mitad del primer año y hasta un tercio durante el segundo año de vida.
Es uno de los temas fundamentales en la atención del médico familiar, quien tiene la capacidad de ver al paciente desde su gestación en el vientre materna hasta la vejez, precisa el especialista.
Indicó que en las últimas décadas se han acumulando pruebas sobre las ventajas sanitarias de la lactancia materna y se han elaborado numerosas recomendaciones. Se maneja que a nivel mundial, menos del 40% de los lactantes menores de seis meses reciben leche materna como alimentación exclusiva.
La Organización Mundial de Salud estima que si se empezase a amamantar a cada niño en la primera hora de su nacimiento, dándole sólo leche materna durante los primeros seis meses de vida y hasta los dos años, cada año se salvarían unas 800,000 vidas infantiles.