Lavrov reaparece y busca retomar el diálogo con Washington sobre cumbre Putin–Trump

Moscú. “Estamos dispuestos a hablar con nuestros colegas estadunidenses para reanudar el trabajo preparatorio de su iniciativa de celebrar una cumbre (en Budapest) entre los presidentes de Rusia (Vladimir Putin) y de Estados Unidos (Donald Trump)”, afirmó este martes el canciller ruso, Serguei Lavrov. 

Tras dos semanas de ausencia de la escena pública, lo que generó todo tipo de rumores sobre si sufrió un problema de salud o había caído en desgracia, Lavrov reapareció este martes por videoconferencia, en una improvisada rueda de prensa con sólo medios rusos, en la cual dio a entender que no tuvo ninguna culpa por la suspensión de la cumbre de Budapest.

En la conversación que mantuvo el 20 de octubre con su colega estadunidense, Mario Rubio, “no hubo ninguna salido de tono”, aclaró y agregó que “sólo confirmamos los entendimientos de Anchorage”, donde se llevó a cabo la anterior cumbre.

“Quedamos en eso. El próximo paso debía ser el encuentro de representantes de Relaciones Exteriores y Defensa (…), pero los estadunidenses se negaron a dar ese paso”, responsabilizó Lavrov a Rubio.

Prosiguió: “en vez de eso, lo que siguió fue una declaración pública de que no tenía sentido reunirse. Rubio no dijo que hubiera alguna clase de enfrentamiento y que eso hacía imposible llegar a un acuerdo”.

El canciller ruso también se refirió a la confusión que originó el presidente de Estados Unidos al ordenar reanudar “de inmediato los ensayos nucleares”, posibilidad que “causa inquietud” al Kremlin.

Porque, en su opinión, “es un notable desvío de la concepción de que una guerra nuclear no puede ser ganada y, por tanto, nunca debe ser declarada”. A esta conclusión llegaron, en los años ochenta del siglo XX, los entonces mandatarios soviético, Mijail Gorbachov, y estadunidense, Ronald Reagan.

Insistió en que hasta ahora Rusia no ha recibido una explicación de qué tuvo en cuenta Trump al hablar de ensayo nuclear, si a una explosión en tierra o subterránea o sólo a una prueba de portadores sin ojivas atómicas.

Lavrov ofreció que Moscú está dispuesta a hablar con Washington sobre “sus sospechas” de que el ejército ruso realiza “de manera encubierta” pruebas nucleares subterráneas y negó que Putin haya ordenado reanudar las explosiones atómicas en Nueva Zembla.

“El presidente sólo nos encomendó analizar la situación y llegar a una propuesta consensuada sobre en qué medida la situación exige estudiar la cuestión de la reanudación de los ensayos nucleares”, precisó. 

Jefe de la diplomacia rusa ya durante 22 años, Lavrov, siendo uno de los funcionarios rusos con más actividades públicas todos los días, “desapareció” desde su visita a Bielorrusia el 28 de octubre, lo cual –a falta de la más mínima explicación oficial acerca de su ausencia– motivó que los medios rusos le atribuyeran el fracaso por la cancelación de la cumbre de Budapest y vaticinaran su inminente cese o dimisión.

Algunos analistas, en el otro extremo, creen que el hecho de que Lavrov no participara en la crucial reunión del Consejo de Seguridad donde Putin encomendó a los servicios de inteligencia y los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores diseñar una “propuesta consensuada” sobre los preparativos para comenzar a realizar ensayos nucleares, así como que se haya anunciado que no encabezaría la delegación rusa a importantes foros internacionales lejos de Moscú y que requieren largos viajes en avión, apuntan a que su extraña ausencia se debió a un problema de salud.


Source: Mundo

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