Alberto Nieto tenía un tractor viejo que no le permitía aprovechar mejor sus tierras de cultivo. Esta situación afectaba también a la alimentación de sus vacas lecheras, pues consumen alfalfa y maíz blanco que siembra en 50 hectáreas que tiene en el municipio de Aldama. Su vida en el campo es el sostén de su familia. Dependen de la producción de cultivos para obtener una mejor calidad de leche.
Cada año, en mes de septiembre, enfrenta el reto de sacar adelante primero la siembra, luego la cosecha de alfalfa. Las labores de preparación de las tierras requieren de la humedad que la lluvia proporciona. De esto depende la cosecha, y los barbechos con su viejo tractor no son del todo eficientes: “A veces hay que meter la mano”, comenta Alberto, pero el terreno es grande para hacerlo así. Lo mismo ocurría para la siembra de maíz blanco. Durante muchos años estuvo repitiendo este ciclo con procesos obsoletos.
El agricultor constantemente estuvo buscando apoyos para maquinaría. En el tiempo que no estaba en su rancho, andaba en la ciudad pidiendo información en las dependencias de apoyo al sector campesino. Fue ahí como se contactó con el Programa de Mecanización, operado por la Secretaría de Desarrollo Rural del Gobierno del Estado. Ahí lo ayudaron con un tractor de 100 mil pesos.
El apoyo duró entre 3 y 4 meses en llegar a la familia de Alberto Nieto, pero ahora la producción de sus tierras mejoró considerablemente llegando a producir de 40 a 50 toneladas por hectárea de maíz y de 100 a 120 pacas de alfalfa por hectárea. Ese nuevo tractor fue el factor definitivo para un mejor cultivo y la cosecha más abundante.
Alberto explica que este tractor es de gran ayuda porque puede realizar distintas funciones que el modelo antiguo no lo hacía, como cortar la alfalfa, rastrilla, arreglar las tierras desde barbechos hasta siembras. También les sirve en el establo, cuando la luz se va lo utilizan de planta de energía eléctrica para ordeñar las vacas.
El tractor que salió del programa de mecanización cuenta con garantía para refacciones y mantenimiento, por lo cual Alberto está especialmente agradecido ya que sería casi imposible pagar las refacciones, en caso de necesitarlas, porque son cotizadas en dólares.
Hoy la vida de Alberto Nieto y de su familia es un poco más sencilla: sigue madrugando cada día para iniciar su trabajo pero ya con la tranquilidad de que tiene la herramienta necesaria para que dé más y mejores frutos que antes.
Al igual que este agricultor, son más de 2 mil trabajadores de campo quienes han sido beneficiados por el Programa de Mecanización en esta administración estatal, y no sólo con la dotación de tractores, sino también de seleccionadoras de nuez, rastrillo, segadora, fertilizadora, empacadora, entre otras herramientas.