Dentro de la comunidad tarahumara se ha observado un leve incremento en el consumo de marihuana entre los menores y/o jóvenes, comentó uno de los miembros de los rarámuris, resaltando que el crimen organizado no los ha involucrado en sus actividades.
“Algunos de nuestros muchachos están consumiendo la hierba esa, la marihuana, pero son algunos y seguimos insistiendo que no prueben, que no acepten a quien les quiera vender”, dijo el preocupado padre.
Se comentó también que algunos adolescentes deciden apoyar en el negocio familiar, ya que no les atrae el seguir con sus estudios después de la secundaria o incluso en nivel media superior.
Esta versión es confirmada por Fernando Motta Allen, jefe de la SPyCI en la Zona Norte, quien mantiene comunicación constante entre los distintos grupos indígenas y sobre todo en el más grande como lo son los tarahumaras.
“Tenemos que celebrar eso -que los menores no se involucran al crimen organizado- de que no hay este tipo de incidentes y los que se dan son aislados como siempre ocurre”, puntualizó Motta Allen.
“Afortunadamente fíjese que esto tenemos que celebrarlo, que las comunidades indígenas mantienen mucho el respeto al derecho de los demás”, por eso, el jefe de la SPyCI invita a los padres a seguir comunicándose con sus hijos y sobre todo a permitir que accedan a talleres o cursos para que de manera preventiva se les recuerde el beneficio de mantenerse sanos.
Finalmente, el padre rarámuri aseguró que siguen muy pendientes para que los niños y adolescentes no tomen como opción los grupos del crimen organizado, los motivan a seguir sus estudios, para un mejor futuro laboral y económicamente hablando.






