A pesar de que Nuevo México es uno de los estados norteamericanos con más inmigrantes chihuahuenses, según el Consejo Estatal de la Población (Coespo), el tema de los indocumentados no fue tocado en la reunión binacional que se sostuvo el día de hoy, la cual fue encabezada por el gobernador del estado, César Duarte Jáquez, y por la gobernadora del estado norteamericano, Susana Martínez.
Toma fuerza el tema de los indocumentados por la posición que mantiene Martínez en este asunto. Según se ha señalado por distintos medios de comunicación internacionales, la gobernadora ha tratado de revocar la ley aprobada por el anterior gobernador, Bill Richardon, la cual permite a los inmigrantes ilegales tener una licencia de conducir en Nuevo México.
Sin embargo, este no es el único posicionamiento que ha dado la mandataria en relación a los migrantes ilegales, apoyando en alguna proporción la Ley Arizona y señalando a El Mundo que se retirarían las licencias a quienes ya las habían adquirido y se eliminarían las posibilidades de becas para los inmigrantes ilegales, las cuales se financian con los impuestos de los ciudadanos estadounidenses.
El cuatro de febrero del presente año, inmigrantes latinoamericanos salieron a las calles a protestar en contra de la gobernadora, señalándola como traicionera por ser ella de descendencia latina, la primera hispana en convertirse en dirigente de un estado norteamericano. Los manifestantes en carteles señalaban “Susana, que pasa, you turned your back on (le diste la espalda a) tu propia raza”.
A pesar de que el gobierno tiene que ver por sus ciudadanos, aún y cuando se encuentran fuera del estado, este tema no fue tocado en dicha reunión, dándole importancia solamente a temas de salud, educación, turismo y economía, así como cruces fronterizos pero solamente en relación a lo comercial y a lo turístico.
Al ser cuestionado sobre la ausencia de los indocumentados en la agenda binacional de la reunión plenaria, el mandatario estatal especificó que no se vio de manera directa pero los acuerdos tomados vendrán a beneficiar a los chihuahuenses radicados en Nuevo México, sin indicar de qué manera se verían beneficios los inmigrantes ilegales.