Sexoservidoras que se ubican en el primer cuadro de la ciudad, calle Juárez y otras en la calle Décima, declararon que el Ayuntamiento no les ha cumplido con acuerdos de apoyo, además, molestas con el tema de la reubicación de la supuesta zona de tolerancia, dejaron claro que “nos son perros para que las echen a patadas”.
Varias opiniones de mujeres que se dedican al oficio más antiguo, aseguraron que la autoridad no les ha dado a elegir dónde quieren que las reubiquen, por lo que desmintieron algunas de las versiones que ha dado la Subdirección de Gobiernación Municipal.
No muy contentas con la actual administración, dejaron claro que no reciben mínimos apoyos que siempre presume el Municipio, pues si mucho son 100 pesos por mes en becas.
“No somos perros para que nos echen a patadas de aquí”, recalcó una de las entrevistadas, al dejar claro que donde aceptarían irse es sólo a la Julián Carrillo o a la Aldama y 21. Y es que coincidieron en que las quieren enviar rumbo a las Curvas del Períco.
“Allá nos matan… aquí nadie nos ha dado a elegir nada”, expresó otra entrevistada, inconforme con la lejanía donde el gobierno las quiere borrar del primer cuadro de la ciudad.
Es así que en esta serie de cuestionamientos, las sexoservidoras aseguraron que dado a que no les han dicho qué lugar sería el mejor para que ellas trabajan, lo ven como que serán las autoridades quienes se impongan a esta decisión.