La mayoría de los jóvenes goza de buena salud, sin embargo la mortalidad y morbilidad sigue presentándose en adolescentes, incluso hay enfermedades que pueden interrumpir o detener la capacidad de desarrollarse plenamente.
El consumo de alcohol o tabaco, la falta de actividad física, las relaciones sexuales sin protección y la exposición a violencia son factores que pueden poner en riesgo su salud actual y también la de años posteriores.
Es importante fomentar prácticas saludables en la adolescencia y adoptar medidas para proteger a los jóvenes contra riesgos que a un futuro puedan afectar en su salud.
Algunos de los principales problemas de salud a los que se enfrentan los adolescentes son los embarazos y partos precoces, por lo cual la Secretaría de Salud a través del área de medicina preventiva y de Salud Reproductiva busca ampliar el acceso a la información y servicios de anticoncepción, con el fin de disminuir embarazos no planeados.
Los jóvenes tienen que saber cómo protegerse y como disponer de preservativos para evitar adquirir enfermedades de transmisión sexual, así como la importancia de realizarse pruebas para la detección del VIH y asesoramiento del tema.
La depresión también afecta a los adolescentes, esto va encadenado al suicidio y es importante resaltar el desarrollo de aptitudes para la vida y fomentar relaciones de atención y cariño entre padres e hijos desde temprana edad para disminuir estos padecimientos.
Así como evitar el consumo excesivo de alcohol para prevenir la violencia, ya que reduce el autocontrol y aumenta los comportamientos de riesgo, como las relaciones sexuales no protegidas, accidentes automovilísticos y el uso de drogas ilegales.
Ante esto la Secretaría de Salud implementa programas de prevención para los adolescentes y los padres de familia, con el fin de disminuir problemas que puedan presentar, así como el concientizar a los jóvenes sobre conductas de riesgo.