Entre manifestaciones y disturbios, Francia vivió el comienzo de una huelga nacional convocada por varios sindicatos para protestar contra la reforma a las pensiones, cuyo fin es sustituir los 42 regímenes actuales por un sistema de puntos, promovida por el presidente Emmanuel Macron.
De acuerdo con cifras de la Policía Nacional, cerca de 450 mil personas protestaron en decenas de ciudades, como la capital, París, Nantes, Rennes y Lyon.
Trabajadores de la educación se sumaron al descontento, pues según informó el Ministerio de Educación francés, más de 50 por ciento de profesores de primaria se declaró en huelga.
Debido a las movilizaciones y al número de huelguistas del sindicato ferroviario, el transporte en todo el país sufrió graves afectaciones: la autoridad de aviación civil confirmó la anulación de 20% de los vuelos en los principales aeropuertos de la región metropolitana de París y en varios aeródromos regionales, mientras que los ferrocarriles y trenes redujeron sus salidas. Además, el Metro y el tren suburbano disminuyeron drásticamente el servicio.
CULTURA, EN PARO
Diversos centros culturales enfrentaron las consecuencias de este movimiento social. La Torre Eiffel, uno de los monumentos más visitados de París, permaneció cerrada, así como el Arco del Triunfo, la Santa Capilla y el Palacio de Versalles.
DISTURBIOS
En la Ciudad de la Luz y en múltiples puntos del país se registraron enfrentamientos entre manifestantes radicales, que provocaron incendios y lanzaron bengalas, y fuerzas de seguridad, por lo que la policía utilizó gas lacrimógeno para dispersarlos y realizó detenciones preventivas. Los informes preliminares señalaron que al menos 87 personas fueron arrestadas por los disturbios.
Los sindicatos convocantes informaron que extendieron su huelga hasta el lunes en espera de que el gobierno francés retracte la propuesta de reforma en ciernes. Se prevé que hoy los trenes y el metro en todo el país permanezcan afectados.
Fuente: Excélsior
Source: Mundo