Un total de 66 reclusos, en su mayoría de la etnia rarámuri, quienes se encuentran internos en el Centro de Reinserción Social No.8 (CERESO) de la Sierra Tarahumara, ubicado en el municipio de Guachochi, recibieron sus constancias de alfabetización o certificados de primaria y secundaria al concluir sus niveles de educación básica.
La ceremonia se logró gracias al apoyo de la Fiscalía General del Estado (FGE) que en coordinación con el Instituto Chihuahuense de Educación para los Adultos (ICHEA), instalaron los grupos de estudio para ofrecer la atención educativa a quienes, por cualquiera que sea la razón, deben permanecer internos purgando una condena.
Esta estrategia busca reducir el rezago educativo y el analfabetismo, y a su vez disminuir la reincidencia delictiva e impulsar la reinserción social, explicó Eberto Javalera Lino, director general del ICHEA.
En el evento al interior del penal, se entregaron 15 constancias de alfabetización indígena, 14 de alfabetización en español y 30 constancias a quienes ya dominan la lecto-escritura y las matemáticas básicas, además de 7 certificados de primaria y secundaria a los jóvenes y adultos que permanecen dentro del centro penitenciario.
Hubo un reconocimiento especial a 7 internos que, por su nivel educativo superior al básico, se sumaron voluntariamente para brindar asesorías en el mismo lugar.
Durante el tiempo que están recluidos y dentro de las actividades que realizan en el CERESO, los internos acuden a los círculos de estudio que brinda el ICHEA para tomar sus clases que van desde la alfabetización hasta la educación básica, motivados por salir del lugar con un documento oficial que les permita conseguir empleo y empezar una nueva vida para ellos y sus familias.
Javalera Lino mencionó que el ICHEA busca llevar la educación a todo el que lo necesite, sin distinción alguna, y que también se incluyen a las personas que purgan alguna condena en los penales, destacó que este beneficio educativo para los internos es una herramienta que les ayudará a reinsertarse a la sociedad.
“El día de hoy vemos con satisfacción y orgullo, los logros de todos ustedes, el esfuerzo de cómo se pueden hacer las cosas, y bien”…menciono el funcionario, quien agradeció a Martín Antonio González Aguirre, director del CERESO número 8 y a las instituciones de justicia, educación, al Gobierno del Estado, a la Comisión estatal para los Pueblos Indígenas, así como a la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, por su compromiso y apoyo con la educación.
La ceremonia fue animada por el grupo de danza “Águila en vuelo” originarios de la comunidad, y un grupo musical integrado por los mismos internos, quienes interpretaron algunas melodías, así como la representación de la lucha rarámuri.