Los torniquetes que se estarán instalando en las unidades del sistema de transporte público estarán formando parte de la estrategia para resarcir la pérdida de los once millones de pesos mensuales que reporta el servicio por la abstención de pago, misma que alcanza al 30 por ciento de los usuarios.
Es decir, el 30% de los usuarios del sistema de transporte no pagan al subirse a una unidad y se tienen dichas perdidas que estarán solventándose a partir de la firma del Fideicomiso de Control Tarifariio del ViveBús, según informó el secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Maurilio Ochoa Millán.
Ochoa Millán declaró que los concesionarios se verán obligados a responder por los usuarios que no pagan en los camiones y en base a los pagos, se les estarán otorgando recursos para funciones o pagos de egresos.
“El ingreso mensual que se tiene actualmente con el transporte es de 40 millones de pesos, por lo que cuando el fideicomiso empiece a funcionar aumentará en un treinta por ciento el ingreso real, debido a que con estas medidas se buscará que se obligue a todos los usuarios a costear el servicio que se ofrecerá y de esta manera no será necesario un aumento en las tarifas”, explicó el funcionario estatal.
Lo que será transparentado tendrá que ver también con los pagos a las tres empresas que serán “concesionarias”, dichas empresas son de los dos grupos concesionarios, la CROC y CTM, mientras que la tercer empresa será la operadora encargada de la ruta troncal.