El Congreso del Estado exhortó al Gobierno Federal, para que a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), se reactiven y fortalezcan los programas de fomento productivo, crédito y asistencia técnica al campo mexicano, y que resultan esenciales para garantizar la soberanía alimentaria, la productividad y la permanencia de las familias rurales.
A la par del exhorto, se solicitó a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), se integre el distrito 113 al Programa Nacional de Tecnificación de Riego y; a la Secretaría de Desarrollo Rural y de la Junta Central de Agua y Saneamiento de Chihuahua, se continúen y amplíen las acciones de impulso al sector agropecuario estatal, así como para que se integre el distrito 113 al Programa Especial de Infraestructura Hidroagrícola 2025.
Además, se pidió a los gobiernos Federal y Estatal, se incluyan en los Presupuestos de Egresos correspondientes al próximo ejercicio fiscal, programas de subsidio al diésel destinado al sector agrícola, así como se incrementen los recursos destinados a los programas de apoyo para fertilizantes en dicho sector, con el fin de fortalecer la productividad, reducir los costos de operación y mejorar la competitividad del campo chihuahuense.
Todo lo anterior, al aprobar el punto de acuerdo presentado por el diputado Arturo Zubía Fernández, quien expuso en tribuna que dejar al campo sin herramientas es condenar al país al hambre. Se necesitan las palancas que impulsan la producción; porque cuando el campo se levanta, México come. Y hoy, más que nunca, es momento de sembrar futuro.
Así mismo, comentó que es fundamental impulsar la reactivación o creación de programas orientados a fortalecer la productividad rural, particularmente aquellos vinculados con la dotación oportuna de fertilizantes, subsidios para la adquisición de diésel agropecuario y esquemas de mecanización del campo.
Ya que dichas acciones, dijo, permiten reducir los costos de producción, mejorar el rendimiento de las cosechas y fomentar el uso eficiente de los recursos y contribuyen a que los productores, especialmente los de pequeña y mediana escala, cuenten con las condiciones necesarias para mantener la competitividad frente a los desafíos climáticos y de mercado que enfrenta el sector agroalimentario.
“Las manifestaciones campesinas en todo el país, los bloqueos en carreteras, los plantones frente a la SADER y las protestas de organizaciones como el Movimiento Campesino Nacional, y la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas son la voz de quienes ya no pueden más”, señaló.
Finalmente, dejó en claro que el campo está resistiendo con pocas herramientas y sin crédito, y eso no puede continuar; estos movimientos no piden limosna, piden inversión: que regresen los programas productivos, que se reactiven los fondos de crédito y que haya un trato justo para quien trabaja la tierra.
Source: Local


