Los cuerpos de las pequeñas Daisy y Cinthia (14 y 8 años, respectivamente) están siendo velados en la funeraria San Ángel de la colonia División del Norte en Ciudad Juárez, donde amigos y familiares les dan el último adiós, luego de que su padrastro les asesinara por odio debido a que la mayor no aprobaba la relación con su madre.
La hermana mayor de las niñas, así como parientes y vecinos de la colonia Álvaro Obregón se dieron cita en el lugar. Entre lágrimas, la madre de las menores, Eva, observa los féretros color rosa donde yacen los cuerpos de sus hijas.
En una breve entrevista que la madre concedió a los medios de comunicación en Juárez, contó que conoció a su ex pareja, Said Aarón Salomón en la iglesia cristiana Dios Vivo, donde él predicaba. “Yo creí que era ese ángel, ese predicador, ese pastor, así me engatusó, todo era mentira… fui engañada. Él era un lobo rapaz”, dijo afuera de la funeraria.
“Se llevó lo que más amaba, me quitó lo que yo quería (…) 120 años son pocos para la atrocidad que hizo, yo sé que eso no me devuelve a mis hijas, pero en 50 años puede salir de la cárcel como si nada”, reclamó.
La mujer, lleva en sus manos las actas de nacimiento de sus dos hijas menores de edad, para quienes pide justicia. En tanto, un familiar de las menores pidió a la Fiscalía de la Mujer que no ofrezca un procedimiento abreviado, pues buscan se aplique la pena máxima para Salomón y que se quede en la cárcel el resto de sus días.
“Y hacemos un llamado a las mujeres, para que tomen conciencia y no se embarquen a la primera, que si tienen hijos piensen bien las cosas”, exclamó.