A Gordillo la vigilan adentro y afuera de su casa en Polanco

Además de tener vigilancia permanente en los accesos al departamento de Elba Esther Gordillo Morales, dentro de éste hay una integrante de la Policía Federal que de manera directa observa sus movimientos.

Asimismo, por decisión judicial se le colocó un brazalete electrónico y se ordenó la cancelación del acceso a un elevador blindado, considerado de emergencia, que abre de manera directa a su penthouse.

La defensa de la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) enfrentará el único proceso penal que le queda y en el que está acusada de lavado de dinero y delincuencia organizada.

Desde la madrugada de ayer Gordillo Morales permanece bajo vigilancia policial en su domicilio de Galileo 7, en Polanco, bajo un discreto operativo de seguridad, que incluye elementos de investigación de la policía ministerial de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Policía Federal.

En su primer día de regreso a su casa y también su primer día en prisión domiciliaria todo pareció normal en la zona; incluso la vigilancia fue discreta, pero efectiva, pues cada ingreso en automóvil o a pie quedó registrado por las autoridades.

En este procedimiento fueron incluidas destacadas personalidades de la política y del ámbito empresarial que habitan otros departamentos en ese inmueble de 12 niveles.

Gordillo Morales fue por casi tres décadas la dirigente de uno de los gremios magisteriales más poderosos de América Latina, ya que agrupa a poco más de 1.5 millones de docentes, y desde febrero de 2013 enfrenta procesos penales a raíz de una investigación financiera que realizó la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, así como de la PGR.

Las autoridades le imputaron inicialmente acusaciones por delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita, al transferir casi 2 mil millones de pesos de las arcas del SNTE a cuentas de varios prestanombres y a las cuentas bancarias de la propia Elba Esther Gordillo para pagar, entre otras cosas, una tarjeta de crédito de la lujosa tienda Neiman Marcus por cerca de 3 millones de dólares, y realizar depósitos en dólares a bancos en Suiza y Liechtenstein a nombre de la persona moral Comercializadora TTS de México, en la cual la finada madre de la ex lideresa aparecía con 99 por ciento de las acciones.

Esta acusación es el único proceso penal que tiene vigente y se ventila en el juzgado sexto de distrito en materia penal que está a cargo del juez Alejandro Caballero Vértiz. En este caso la defensa de Gordillo Morales ha perdido las impugnaciones al auto de formal prisión; sin embargo, fuentes cercanas a los representantes de la ex lideresa tienen confianza de demostrar la inocencia de su cliente, aunque en ello llevan ya cuatro años y 10 meses.

Asimismo, la PGR acusó a Gordillo Morales de haber cometido dos defraudaciones fiscales, pero en ambos casos el Ministerio Público Federal fracasó y fue declarada inocente.

Así, luego de litigar durante más de dos años, la madrugada del sábado se concretó el otorgamiento de la prisión domiciliaria. Esto significa que la ex lideresa del SNTE no podrá abandonar su departamento más que para acudir a citas médicas, pero no le impide recibir visitas o realizar llamadas telefónicas.

La vigilancia incluye –además de la presencia policial dentro y fuera del departamento y del edificio– el uso de un brazalete electrónico –medida contra la cual, adelantaron fuentes cercanas a la defensa, se interpondrá un recurso de amparo– y la clausura del acceso al elevador de emergencia, que también está blindado.

Ayer, vecinos de la zona expresaron quejas por la presencia policial: nos da la sensación de mayor inseguridad. Es incómodo, por lo menos deberían hablar con la comunidad de vecinos, que somos quienes vamos a enfrentar todas las molestias de los equipos de seguridad.

No obstante, el inmueble donde Gordillo Morales está sujeta a prisión domiciliaria se localiza en la zona hotelera de Polanco, sitio que es muy transitado por grupos de escoltas y vigilancia cotidiana.

La presencia de los medios de comunicación llamó la atención de los vecinos, por lo que preguntaban: ¿es aquí donde trajeron a Elba Esther Gordillo?, y al recibir respuesta afirmativa algunos permanecieron por momentos frente al edificio, en el que lo único que se puede observar son dos anuncios: uno por el alquiler de un departamento y otro en venta.

En inmediaciones del inmueble permanecen dos vehículos de la PGR. La presencia de elementos de seguridad fue casi imperceptible y los comercios y restaurantes aledaños operaron como de costumbre.

Los rondines de la policía capitalina también se mantuvieron sin cambios, aseguraron empleados de algunos comercios. Dentro del edificio de Galileo 7 todo se veía con normalidad.

Fuente: La Jornada


Source: Mexico