El senador Manuel Bartlett Díaz, integrante de la Comisión de Energía del Senado de la República, calificó de “caótica” la situación del país por el modelo energético que se ha adoptado, derivado de la reforma en este sector. A decir del senador, se busca la desaparición de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Dicha situación coloca a México en un escenario riesgoso, por ello, es fundamental que sean impulsadas otras energías como la nuclear, con usos para beneficio de la población, señaló el senador del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.
En las conclusiones del Simposio técnico-científico del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares (ININ), especialistas advirtieron que el Presupuesto Base Cero para el próximo año representa un riesgo para este organismo, ya que podría recibir menos recursos para desempeñar correctamente sus funciones.
Francisco Javier Carrillo Soberón, del Comité Nacional de Estudios de la Energía, señaló que el sector energético de México no cuenta con una política sustentable de largo plazo, toda vez que el Estado no ha definido un modelo de transición energética para el futuro del país.
Reiteró que el gobierno no tiene una visión clara de la forma en la que se administrarán los recursos energéticos, científicos y tecnológicos, “hoy este es uno de los temas que nos tiene atrapados, pues los recursos fiscales siempre se obtuvieron a través del petróleo. Estamos atrapados en una política bananera, pasamos de ser exportadores de materia prima y no transformador de ella”.
Hizo notar la carencia de una política científica y tecnológica porque ésta no es considerada como un activo social, sino lujos de gobiernos de primer mundo. Esta ausencia ha llevado a México a no desarrollar sus potenciales en el sector, reiteró.
En su exposición, Pedro Morales Ramírez, investigador del ININ, dio a conocer los problemas a los que se enfrenta el Instituto, como el envejecimiento de su personal, cuya edad oscila entre los 58 años; es decir, no se ha dado una renovación de la planta laboral.
Destacó la falta de un programa de formación de recursos humanos que permita renovar la planta laboral. Aunado a ello, existe una excesiva nómina de confianza y escasos recursos para proyectos.
Dijo que a pesar de los recursos que recibe el ININ sólo se asignan 40 mil pesos para cada proyecto de investigación; en la actualidad se autorizan alrededor de 40 investigaciones, lo que implica una cantidad de un millón 600 mil pesos para este rubro.
Sin embargo, advirtió, la mayor amenaza para el Instituto es la implementación del Presupuesto Base Cero, que propone la fusión presupuestaria del ININ con el Instituto de Investigaciones Eléctricas.
Un cambio de esta naturaleza, enfatizó, se tiene que considerar en los términos de un ahorro, pues de lo contrario, tendrá repercusiones en estos organismos que brindan un servicio fundamental para la nación.
El secretario del exterior del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Nuclear (SUTIN), Carlos Guillén Soriano, solicitó al Poder Legislativo apoyar las áreas de investigación, educación y cultura para desarrollar una política energética y científica para consolidar el desarrollo del país.
La investigadora del ININ, Ángeles del Consuelo Díaz Sánchez, señaló que éste cuenta con la planta de producción de radiofármacos dedicada al desarrollo, proceso, investigación y generación de radiofármacos, utilizados en medicina nuclear para el sector salud del país.
Durante los 10 últimos años se han distribuido a más de 104 centros de medicina nuclear, en donde cada año se realizan más de 130 mil análisis anuales para diagnóstico y tratamiento de diversas enfermedades; además cuenta con un banco de tejidos utilizados en pacientes de bajos recursos, señaló.
Darío Méndez Toss, investigador del ININ, consideró que la industria nuclear tendrá cambios importantes en los próximos años, por lo que el Instituto debe incidir en el mercado de trabajo que se generará, mediante la formación de profesionales y especialistas en esta materia.
A su vez, César Yordany Padilla Salmerón, secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dijo que en el país existe una gran cantidad de científicos, docentes, investigadores e instituciones públicas, pero no son aprovechados realmente.