En Saltillo, Coahuila, según informó el diario Vanguardia, el pequeño Iker, de tres años, es salvajemente agredido por el can al sur de la ciudad; madre y vecina sufren heridas menores.
Un perro de la raza pitbull dejó al borde la muerte al pequeño Iker, de tres años, luego de que lo agrediera quebrándole la traquea.
Cerca de las 14:30 horas, el niño jugaba con dos amigos afuera de su casa, iba en su triciclo cuando subió a un montículo de tierra que va a dar a un callejón que conecta con la casa de Carmen Julia Martínez, quien tiene tres perros pitbull. De pronto escucharon llantos y gritos, y un perro color café que arrastraba a “El Chinito” sujetado del cuello.
“Lo agarró del cuello y se lo llevó arrastrando, agarré un palo y le pegué a ese animal. A mí también se me fue encima, lo agarré de los cachetes y lo aventé como pude”, dijo Leonor, una vecina del sector.
Pero el perro, llamado Max, volvió a tomar a “El Chinito”, Ana Yulisa intentó quitarlo apoyada de un palo, pero el perro la mordió en el pómulo izquierdo.
Hasta que varios vecinos lo apedrearon y golpearon para finalmente dejar tendido al niño, que fue subido a un taxi que era manejado por Haydé, presidenta de la colonia que llegaba de recoger a sus hijas de la escuela y lo llevó al hospital.
Iker se encuentra delicado de salud en el Hospital Universitario. Según Ana Yulisa, su madre de 19 años de edad, el perro le rompió la tráquea y dos venas del cuello a su hijo.
Los médicos determinaron que el niño presentó derrame excesivo de sangre y lo ingresaron a quirófano urgentemente. Al cierre de edición su salud se reportó como delicada.
Carmen Julia, la dueña del perro, quien podría enfrentar el delito de lesiones culposas, aceptó su error:
“Me preparaba para irme a trabajar. A mi hijo le pedí que fuera al patio y en lo que abrió la puerta el perro saltó y se fue. La puerta principal estaba abierta y se me salió”.
La mujer no fue asegurada por la Policía, el perro sigue resguardado en casa porque el personal de Control Canino Municipal no se presentó, argumentando que no trabajan después de las 15:00 horas.
Por la noche llegó personal de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia del Estado, (PGJE), ellos revisaron el taxi donde trasladaron a “El Chinito”.