El consumo de pan registra una “drástica caída ” en México, aseveró Jonas Murillo González, director de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa). Señaló que México es el quinto país del continente americano donde más pan se consume, sólo superado por Chile, Argentina, Estados Unidos y Ecuador.
“El consumo calórico diario per cápita de productos derivados de trigo disminuyó en 65 kilocalorias diarias en los últimos 20 años en México “, precisó el dirigente empresarial.
Ello contrasta con la ingesta diaria de proteínas (pollo, carne, huevo, leche) per cápita que aumentó entre 16 y 58 unidades. En tanto que endulzantes, azúcares y bebidas alcohólicas apenas reportaron una baja general de menos de 9 unidades y el consumo de grasas y aceites mantuvieron un comportamiento estable.
La caída en el consumo de productos de trigo es la mayor que se ha registrado entre diversos grupos de alimentos desde 1994 y hasta 2014, de acuerdo con datos de la OCDE y la FAO, según la Canainpa. El aumento se atribuye a los ingresos de la población, mayor urbanización y cambios en hábitos alimenticios que deriva en que las personas incrementen su consumo de proteínas, grasas y azúcar.
Para el dirigente de Canainpa los datos anteriores demuestran que consumir pan, tanto bolillo como de dulce, no contribuye a la obesidad de la población.
“El pan es un alimento básico dentro del grupo de los cereales en una dieta sana y equilibrada, ya que es rico en fibra, proteínas, carbohidratos, vitaminas y minerales. El consumo per cápita anual actual es de 33.5 kilogramos, de los cuales entre 70 y 75 por ciento corresponde a pan blanco y el restante 25 o 30 por ciento es pan dulce, galletas y pasteles”, destacó.
El gasto promedio por consumo de pan dulce en los últimos 20 años, dijo, disminuyó al pasar de mil 250 pesos a 786 pesos por año. Por su parte, el gasto promedio de pan blanco se redujo de 773 a 362 pesos, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH). El bolillo y la concha son los panes más populares y consumidos en el país.
Basado en el estudio “La Industria Mexicana de la Panificación Realidades y Hábitos de Consumo”, sostuvo que mientras baja el consumo de trigo, aumenta el de productos con alto contenido de proteínas.
Murillo se pronunció porque los mexicanos aumenten su consumo de pan al insistir que no genera obesidad.
El consumo garantizará que el sector mantenga más de 1.5 millones de empleos, de los cuales 460 mil son directos y un millón 200 mil indirectos en las panaderías artesanales y las panificadoras industrializadas, sentenció.
Información de La Jornada