Allá va el cortejo. Varios hombres acompañan un ataúd, que en una funeraria no sobrepasa el costo de 35 mil pesos, en el que se encuentran los restos de René Velázquez, ‘El Sargento Phoenix’. No hay lágrimas y si las hay, quedan ocultas con las gafas oscuras de las mujeres que ven el recorrido de la caja.
Ni disparos, ni un sorbo de Buchanan’s… algunos de los dolientes no parecen de aquí, se escucha entre los habitantes de El Salado, en Culiacán.
Y suena la tambora…
Soy un cabeza rapado /
pero no soy de los nazis /
si mi barba les espanta /
algo debe preocuparles /
me abroché las agujetas /
de mis botas militares /
5.7 y boina negra /
a la orden mi comandante /
Las coplas del narcocorrido ‘Sargento Phoenix’, que hizo popular Larry Hernández, acompañan el sepelio de uno de los lugartenientes más sanguinarios de Los Ántrax.
Los ostentosos anillos en oro blanco con incrustaciones de piedras preciosas, las pulseras, los relojes de marcas prestigiadas, que solía portar el también conocido como ‘El Gato Negro’… se esfumaron. Algunos de los asistentes dudaron que el cuerpo del gatillero, que era capaz de fumarse un habano Motecristo mientras se torturaba a sus enemigos, estuviera ahí.
Dicen que no iba a El Salado, ¿por qué entonces el entierro en esta tierra? Y ahí va el cortejo con los restos de ‘El Talibán’, que algunos todavía recuerdan como un camionero y del que luego supieron que estaba a las órdenes, primero, de ‘El Chino Ántrax’ y, luego, de ‘El Calí’.
Y se escucha la tambora…
…fui fletero en algún tiempo /
caminante de caminos /
pero me dejé de eso /
y agarré el cuerno de chivo /
Christian Audigier playera /
y una charola de jefe /
pal frío, chamarra negra /
bien armado hasta los dientes /
El vehículo que transporta el ataúd está adornado con un arreglo floral de rosas rojas, mismo que tiene una cinta con la leyenda “De su esposa e hijas”. Otro de los arreglos notorios dice ‘De tu amigo El Changuito’”, se lee en la nota publicada por el diario Debate.
Así fue el entierro de René Velázquez, ‘El Sargento Phoenix’… el lugarteniente más sanguinario de ‘Los Ántrax’.