Autoridades de la delegación Cuauhtémoc presentaron una denuncia de hechos ante el Ministerio Público por las amenazas en contra de su titular, Ricardo Monreal, que fueron realizadas a través de distintas cartulinas encontradas anoche en distintos puntos del edificio delegacional, informó La Jornada.
En una de ellas, se lee “Delegado Monreal, ya no le escarve. (sic) No le haga al valiente. Tambien (sic) se mueren los delegados. El niño le hará mucha falta”.
Monreal aseguró que estas advertencias no lo van a doblegar y está decidido a continuar hasta el fondo. “No me voy a hincar frente a la corrupción y voy a entrarle al combate a las mafias”, apuntó.
Dijo que la mayoría de los trabajadores son buenos, pero hay quienes quieren seguir con privilegios, continuar cobrando sin trabajar, pero “eso ya se acabó. Como se acabaron las extorsiones, la vía pública y los líderes corruptos. Se acabaron los charoleros y los voy a detener si tengo pruebas”.
Consideró que las amenazas han surgido porque hay una resistencia a cambiar. “Pensaron que estaba simulando y que era igual, que ahora yo iba a recibir la lana, pero se equivocaron”, externó, al señalar que no tendrá ninguna vigilancia especial.
El director de Jurídico y Gobierno, Pablo de Antuñano, fue quien acudió a presentar la denuncia ante el Ministerio Publico, y detalló que esta es la cuarta que se presenta por amenazas en su contra, por destrucción de documentales públicas y cohecho en las cervecerías de La Lagunilla.
Dos más, abundó, se han presentado ante la Contraloría General del Distrito Federal en contra de ex funcionarios que exigían la mitad de sus salarios a sus subordinados y por un faltante de mil 500 hologramas por licencias de funcionamientos de establecimientos mercantiles.
Expresó que como parte de la cruzada contra la corrupción se han emprendido operativos de control en áreas sensibles como es el reloj checador en recursos humanos, vía pública, verificaciones y todos los procedimientos administrativos, lo que ha trastocado a los intereses de algunos grupos que se mantenían en la ilegalidad.
“A partir de ello, ha habido una ola de amenazas e intentos de desestabilizar al gobierno, pero solo han quedado en intentonas”, refirió.