El diputado Ricardo Anaya Cortés afirmó que como presidente nacional del PAN no volverá a firmar ningún Pacto por México ni le aplaudirá al Presidente de la República; Acción Nacional, dijo, será una oposición crítica y buscará alianza con todos los partidos, menos con el PRI.
En entrevista con Excélsior, aclaró que el PAN ya impulsó las reformas estructurales y ahora la línea de trabajo del instituto político será construir con doctrina, visión de futuro y unidad el regreso al poder, y volver a ser “un partido distinto y distinguible”.
—¿Usted firmará más Pactos por México?, se le cuestionó.
—No veo una reedición del Pacto por México; le dimos ya a México las reformas que el país necesitaba. Esas mismas reformas que el PRI se dedicó sistemáticamente a bloquear (en los sexenios anteriores). Son buenas reformas, pero están en malas manos.
El excoordinador de la bancada panista en San Lázaro indicó que en su calidad de dirigente de Acción Nacional para el periodo 2015-2018 no será complaciente con el gobierno federal: por el contrario, le exigirá cuentas claras.
“Jamás le he aplaudido al Presidente (Enrique Peña Nieto). Yo le he aplaudido a las reformas que nosotros propusimos y que son en beneficio de los mexicanos.
“Vamos a ser una oposición crítica, que le exija al gobierno la correcta ejecución, la correcta implementación de las reformas y, por supuesto, que le exija al gobierno que corrija el rumbo porque el país no va por el camino correcto”, enfatizó.
Por acuerdos
Dijo que en su gestión buscará victorias electorales, y por eso el PAN buscará acuerdos con los partidos que quieran un cambio de rumbo, pero “no serán alianzas impuestas desde el centro”, sino impulsadas por el panismo local en cada estado.
—¿Usted ve un esquema de alianzas para las doce gubernaturas que se renovarán el próximo año?
—Definitivamente sí. Estamos abiertos a construir alianzas con otras fuerzas políticas, pero bajo tres premisas: respetando al PAN en lo local, no las vamos a imponer desde lo nacional.
“Segundo: no queremos construir sólo alianzas electorales, se trata de construir alianzas para lograr buenos gobiernos que le sirvan a la gente, y, tercero, mediante un proceso de amplia deliberación en nuestro Consejo Nacional para decidir lo mejor”, indicó.
El candidato ganador de la contienda para la dirigencia de Acción Nacional rechazó tajante cualquier tipo de alianza con el priismo: “Con el PRI no vemos bajo ninguna circunstancia una alianza electoral”.
Satisfecho por los resultados electorales que le otorgaron la más amplia ventaja en una elección de dirigente del PAN con el 81.9% de los votos contra 16.3% de su contendiente Javier Corral, Anaya subrayó que la “operación cicatriz” al interior del partido ya comenzó.
Bienvenida
El político queretano de 36 años de edad indicó que todos los panistas son bienvenidos, los que quieran darle un “cambio de rumbo al partido”, pues “la contienda quedó atrás” y para eso impulsará la regeneración del PAN, pero “sin una cacería de brujas”.
“La contienda ha quedado atrás, ahora es momento de reencuentro, de reconciliación, de unidad en el PAN, unidad que además es necesaria para ganar. Yo quiero un PAN en el que cabemos todos para construir. Por supuesto que hay gente muy valiosa, que estuvo participando en el equipo de Javier Corral. Seremos un PAN de puertas abiertas”, indicó.
Habló de integrar una comisión anticorrupción al interior de Acción Nacional, conciliar a los panistas de larga trayectoria con la sangre nueva al interior del instituto político y de delinear en 100 días el proyecto de partido rumbo al 2018.
“Yo los invito a que tengan esperanza porque vamos a construir un futuro mejor, porque nos vamos a renovar, nos vamos a regenerar a fondo y en 2018 vamos a ganar la Presidencia de México para darle a México un buen gobierno para que los mexicanos tengan una mejor calidad de vida”, apuntó.
Por otra parte, entrevistado por Pascal Beltrán del Río y por Adela Micha para Grupo Imagen Multimedia, dijo que la gran lección de la interna panista es que en el instituto político se debe empezar un proceso de renovación y regeneración.
Dijo estar convencido que México no va por el camino correcto ya que “lo primero que hizo el PRI al regresar al gobierno fue aumentar los impuestos, la economía está francamente estancada, no se han resuelto los problemas de seguridad y han aumentado delitos como el secuestro y la extorsión”.
Errores, maestros
Anaya reconoció que los errores son grandes maestros “siempre y cuando primero uno tenga la humildad para reconocerlos y teniendo la disposición para aprender de ellos. Hay que ver hacia adelante, yo estoy proponiendo una renovación del PAN para volver a merecer la confianza de los ciudadanos”.
Ricardo Anaya asumirá la presidencia del PAN entre el jueves y viernes de esta semana, una vez que su victoria se validada por la Comisión Organizadora de la Elección del Comité Ejecutivo Nacional y que Gustavo Madero entregue los libros blancos de su gestión y rinda su último informe al frente del partido.
Operación cicatriz y comicios, los retos
Ricardo Anaya Cortés deberá definir si estará al frente del partido en alianza con Gustavo Madero o si optará por una “sana distancia” y ello se conocerá dentro de una semana cuando en la plenaria de los diputados panistas del 26 de agosto designe o no al todavía dirigente nacional como líder de la bancada en San Lázaro.
Entre las acciones a corto plazo está también concitar la unión real de los distintos grupos panistas iniciando una “operación cicatriz” o bien optar por la segregación de sus contrarios, cuyo ejemplo más extremo lo realizó en su momento Felipe Calderón al promover la expulsión de su oponente al interior del PAN, Manuel Espino.
A mediano plazo, la agenda del calendario político del país no dará tregua al nuevo líder del PAN, pues en menos de seis meses deberá definir si van en alianza o no con el PRD para algunas de las 12 gubernaturas que se renovarán en junio de 2016: Aguascalientes, Zacatecas, Sinaloa, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, Tamaulipas, Chihuahua, Veracruz y Durango.
Pero, también deberá enfrentar la ardua tarea de lograr candidatos a las gubernaturas que no causen fractura o división entre los panistas de cada estado.
El nuevo presidente del PAN deberá definir la relación del partido en la etapa final de la actual administración federal y tendrá que desmarcarse en los hechos del señalamiento que su contendiente Javier Corral hizo sobre Anaya, de quien dijo “se le hincharon las manos de tanto aplaudirle a Peña Nieto”.
La nueva dirigencia panista, que concluye en agosto de 2018, tendrá como reto máximo demostrar si regresará al partido su vocación de poder y lograr el apoyo ciudadano que se perdió durante el sexenio de Calderón. Ello se conocerá con el resultado de la próxima elección presidencial.
En el ámbito interno, uno de los principales retos de Ricardo Anaya será depurar el padrón de militantes del partido, ante las críticas vertidas por el senador Javier Corral en el sentido de que el listado habría sido inflado en los últimos meses para favorecer al diputado queretano.
Sobre el triunfo de Anaya, el senador panista Ernesto Ruffo manifestó que se debe fomentar la unidad interna y recuperar la confianza de los mexicanos, para que el PAN sea una opción real en 2016, 2017 y 2018.
Añadió que la unidad interna pasa necesariamente por una “operación cicatriz”, con un reencuentro con todos los grupos, ideologías y lo que llamó “caudillismos”, para que sean incluidos en el trabajo de la nueva dirigencia.