En el primer trimestre de 2016 el número de tomas clandestinas en la red de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) aumentó 12.3 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, revelan informes oficiales de la empresa productiva de Estado.
De esta manera, el número de tomas ilícitas para el robo de hidrocarburos pasó de mil 211 en el primer trimestre de 2015 a mil 360 al primer trimestre de 2016. Los estados donde se descubrieron las mayores ordeñas de ductos fueron Guanajuato, Puebla, Tamaulipas y Veracruz. En enero de este año se localizaron 367 tomas clandestinas; en febrero 446, y en marzo 547, para un total de mil 360. Es decir, poco más de 15 tomas clandestinas por día.
En el periodo enero-marzo de 2016 en Puebla se identificaron 304 tomas clandestinas; en Guanajuato 290; en Tamaulipas, 155, y en Veracruz 131. Esta tendencia observada durante el primer trimestre del año muestra un cambio, pues en el pasado Guanajuato lideraba el número de tomas clandestinas y ahora el primer lugar lo ocupan los ataques en el estado de Puebla.
Los ductos históricamente más horadados por la delincuencia son los de Salamanca-Guadalajara, Reynosa-Matamoros y Madero- Cadereyta.
El robo de combustible deteriora más todavía la endeble situación financiera de Pemex, pues se calcula que el impacto económico de este ilícito es de alrededor de mil millones de dólares anuales.
Cifras preliminares estiman que el robo de hidrocarburos en la red de ductos de Pemex es superior a 7 millones 500 mil barriles anuales, volumen que permitiría llenar el tanque de gasolina de 23 millones 850 mil automóviles medianos, con una capacidad de 50 litros por unidad.
Adicionalmente, los intentos criminales para desviar petróleo crudo, gas natural o productos refinados del sistema de ductos y las instalaciones de Pemex para su venta ilegal han dado lugar a explosiones, daños a los bienes de la petrolera, perjuicios al medio ambiente, así como lesiones y pérdidas de vidas humanas.
Recientemente México ha experimentado un aumento en las actividades delictivas, principalmente debido a las actividades de diversos grupos de la delincuencia organizada, incluyendo el narcotráfico.
Además, el desarrollo del mercado ilícito de combustibles en el país ha dado lugar al aumento en el robo y comercio ilícito de los combustibles que produce Pemex, creando una industria de refinación alterna.
Otras entidades federativas en las que también se registra gran actividad en el robo de hidrocarburos es el Estado de México con 122; Hidalgo, con 70; Jalisco con 49, y Oaxaca con 33 tomas clandestinas localizadas entre enero y marzo de 2016.
Incluso en la Ciudad de México se han detectado en el periodo siete tomas clandestinas: una en febrero y otras seis en marzo pasado.
Como respuesta, el gobierno gederal ha implementado varias medidas de seguridad y ha reforzado las fuerzas militares y policíacas. Por su lado, Pemex ha establecido varias medidas estratégicas que buscan reducir el robo y otras actividades delictivas en contra de las instalaciones y productos de la empresa.
En Puebla, los municipios más vulnerables a este ilícito son Tepeaca, Palmar de Bravo y Acajete, mientras en Guanajuato son Irapuato, Salamanca y Silao. En el caso de Tamaulipas, el mayor número de puntos de ordeña de ductos se observan en Altamira, Río Bravo y Matamoros, entre otros.
A pesar de estos esfuerzos, esas actividades delictivas continúan en ascenso en México. Su incremento y la violencia asociada a ellas tienen un impacto negativo en la situación financiera y los resultados de operación de Pemex, como ha reconocido la empresa.
Fuente: La jornada