Deudas: La mente nos engaña

Vas a pedir un crédito de consumo y calculas a cuánto ascenderá la cuenta que tendrás que pagar al final de cada mes. No miras la tasa de interés que te están cobrando, no te das el tiempo suficiente para reflexionar, y de sea manera simplificas tu análisis mental ya que se trata de cubrir una necesidad inmediata. Lo anterior lo publicó el diario BBC Mundo.

De hecho, lo reduces todo a una simple pregunta: “¿Puedo pagar la cuota?” Si la respuesta es afirmativa, entonces el punto está resuelto. Así que te decides a pedir el crédito.

Digamos que pagaste la urgencia que tenías que cubrir y te quedó un remanente. Así que entras a internet  y ves que hay una rebaja de ‘hasta 50%’ en la venta de un iphone. Lo compras, y al final no te fijas si para ese producto en particular el precio original era muy elevado y al ofrecerlo al 50% de ese valor apenas lo dejaron al precio promedio de mercado.

O algo aún más simple: trabajas de manera independiente, te asignas un salario, pero no dejas un porcentaje para tu jubilación.

En todos estos casos tomas una decisión financiera irracional motivada por una necesidad inmediata.

De eso precisamente trata la llamada ‘teoría de la doble contabilidad’: de analizar decisiones sobre cómo las personas gastan y ahorran el dinero.

La primera regla

El punto importante es que las decisiones económicas son tomadas a menudo con una visión muy estrecha que tiende a simplificar el análisis sin considerar todas las alternativas y consecuencias.

O sea que con frecuencia nos olvidamos de la primera regla de las transacciones financieras, que dice:‘No puedes hacer una sola cosa’.

Y que traducido al buen cristiano quiere decir que toda decisión lleva consigo una amplia y a veces costosa serie de imprevistos.

En todos los casos de decisiones financieras, aplica la teoría de la ‘doble contabilidad’ creada por el estadounidense Richard H. Thaler, ganador del premio Nobel de Economía 2017.

Thaler creó un profundo esquema de análisis que describe cómo organizamos y tomamos decisiones financieras, creando cuentas diferentes en la mente, que nos engañan y que podrían llevarnos a la bancarrota.

En muchas ocasiones las decisiones de ‘racionalidad’ basadas en la contabilidad mental pueden llevar a las personas a decisones erróneas por pensar solo en el presente y no en las consecuencias a futuro.

Es algo que también ocurre a la hora de ordenar el presupuesto familiar separándolo en distintas categorías, como por ejemplo, alimentos, renta y vacaciones.
Usualmente tomamos una decisión financiera calculando el efecto sobre cada una de esas categorías y no sobre el ingreso general.

La irracionalidad de las decisiones

Thaler fue reconocido por sus investigaciones pioneras en el campo de la ‘economía conductual’, una disciplina que ha permitido construir puentes entre los análisis psicológicos de la toma de decisiones y su aplicación a las exigencias de Economía Moderna.

“Sus hallazgos empíricos y sus percepciones teóricas han sido ‘decisivos’ para crear y expandir el campo de la economía, con un ‘profundo impacto’ en muchas áreas de la política y la investigación económica”, señaló en su fallo la Real Academia Sueca de las Ciencias.

La Academia dijo que el trabajo de Thaler en el área de la economía conductual ha tenido un ‘profundo impacto’ en la realidad de la economía aplicada a las decisiones de la vida cotidiana.

Su trabajo ha sido utilizado por gobiernos, líderes políticos y otros personajes encargados de tomar decisiones para diseñar políticas económicas y sociales más adecuadas.

Las aplicaciones de sus ideas son tan extensas que han sido integradas al análisis de los planes de pensiones, a  la política internacional e incluso a la irracionalidad de los mercados financieros.


Source: Mexico

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