El peso, la segunda moneda más depreciada de países emergentes

El peso concluyó septiembre como la segunda moneda más depreciada entre las divisas de países emergentes, después de la filipina, afectado por la incertidumbre relacionada con la elección en Estados Unidos y, en el plano interno, los señalamientos sobre el crecimiento de la deuda pública y el déficit financiero fiscal.

En septiembre, el peso cerró con una depreciación de 3.21 por ciento o 60 centavos, para cotizar alrededor de 19.38 pesos por dólar, en las transacciones de mayoreo, las que determinan el comportamiento del mercado cambiario.

Mientras, al menudeo cerró este viernes en 19.69 pesos a la venta, después que al inicio de la semana superó 20.10 pesos por dólar.

El peso se colocó en septiembre como la divisa más depreciada entre las monedas que tienen más intercambio con el dólar y la segunda con mayor pérdida entre las monedas de economías emergentes, por detrás del peso filipino, dijo Gabriel Siller, directora de análisis económico y financiero del Banco Base.

Durante el mes, el peso comenzó a perder terreno con fuerza por la especulación relacionada a la política monetaria del banco central de Estados Unidos, apuntó.

Esta depreciación se acentuó luego de que Donald Trump, candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, comenzó a ganar terreno frente a su contendiente demócrata, Hillary Clinton.

En el mes, el tipo de cambio alcanzó nuevos máximos históricos en seis sesiones, al tocar un máximo en las operaciones de mayoreo de 19.93 pesos por dólar, pocas horas antes del primer debate presidencial en Estados Unidos, realizado el lunes pasado.

Durante la segunda mitad del mes, varios sucesos se conjugaron a favor del peso, pero esto no fue suficiente para que la paridad lograra ubicarse por debajo de 19.30 pesos por dólar, explicó.

Entre estos hechos destacan que el banco central estadunidense nuevamente mantuvo su tasa de referencia sin cambios, que Donald Trump perdió el primer debate presidencial y terreno en la contienda, que la OPEP alcanzó un acuerdo preliminar para recortar su producción petrolera (el primero en ocho años) y la decisión de Banco de México de subir su tasa de referencia en medio punto porcentual a 4.75 por ciento.

Al cierre del tercer trimestre, el peso acumula una depreciación de 6.05 o un peso con 11 centavos, también ubicándose como la divisa más depreciada en la canasta de principales intercambios con el dólar.

Es necesario recordar que al inicio del trimestre, el peso se vio afectado por los resultados del referendo de Reino Unido que se llevó a cabo en junio, hecho que elevó la aversión al riesgo en los mercados financieros globales. En esa ocasión, el Banco de México también subió su tasa de referencia en medio punto al cierre de junio (el segundo incremento en el año). En julio el peso se depreció 2.58 por ciento, seguido de una depreciación de 0.16 por ciento en agosto y 3.21 por ciento en septiembre, dijo.

En los primeros nueve meses del año, el peso muestra una depreciación de 12.66 por ciento o dos pesos con 18 centavos, siendo la segunda divisa con mayores pérdidas entre los principales cruces, sólo por detrás de la libra esterlina, que muestra una caída de 11.25 por ciento, ante un deterioro en sus expectativas de crecimiento a raíz del Brexit, votado a mitad del año.

Para el caso del peso, las pérdidas en el año se deben a los bajos precios del petróleo y al efecto negativo que esto tiene sobre las finanzas públicas de México, a la especulación relacionada con la normalización de la política monetaria de Estados Unidos, que eleva el riesgo de salidas de capitales y más recientemente al proceso electoral estadunidense, donde el posible triunfo de Donald Trump pone en riesgo el crecimiento económico y la estabilidad financiera de México de los próximos años, explicó.

En el año, el Banco de México ha subido su tasa de referencia en tres ocasiones por un total de 150 puntos base a 4.75 por ciento, buscando moderar el riesgo de salidas de capitales que ya se han visto reflejadas en la cuenta financiera del segundo trimestre. En lo que va del año al 21 de septiembre, la tenencia de valores gubernamentales por residentes del exterior ha caído 6.05 por ciento, el equivalente a 128 mil 600 millones de pesos, mencionó.

Durante octubre, se espera que el tipo de cambio afronte presiones al alza como consecuencia del proceso electoral en Estados Unidos, con la posibilidad de alcanzar nuevos máximos históricos. Siguiendo un canal de tendencia al alza observado desde la segunda mitad de 2014, el tipo de cambio podría subir al nivel de 21 pesos por dólar durante las semanas previas a las elecciones generales del 8 de noviembre, anticipó.

Información de: Vanguardia