Después de 24 años, el Partido del Trabajo entró ayer en la zona peligrosa para perder por segunda ocasión en su historia el registro como partido político, pues los resultados del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y del Conteo Rápido del Instituto Nacional Electoral (INE) lo colocaron por debajo de tres por ciento de la votación nacional necesaria, pero logrará algunas diputaciones, informó Excélsior.
Junto con el Partido del Trabajo, el Partido Humanista se quedó en la zona de desaparición inminente, pues en esta su primera participación en una elección el PREP reflejó una tendencia de voto en su favor de sólo 2.40%, mientras que el Conteo Rápido lo dejó en una franja que va de 2.2% a un máximo de 2.31 por ciento.
De esta forma, el Partido del Trabajo fue el principal afectado por el crecimiento electoral del Partido Morena, pues este instituto de nueva creación registró un crecimiento electoral considerable al colocarse en el cuarto lugar a nivel nacional, mientras que el PT agudizó su tendencia a la baja que registra particularmente desde el 2006, cuando debió utilizar “préstamos” de legisladores del PRD para formar un grupo parlamentario en el Senado.
Esta vez, el Partido del Trabajo se colocó en la zona de riesgos, pero su alianza con el PRD en algunos distritos electorales le permitirá tener entre tres y hasta 12 diputados federales, de acuerdo con la estimación oficial del Conteo Rápido que anoche dio a conocer el presidente del INE, Lorenzo Córdova.
Señalado como una creación electoral de Raúl Salinas de Gortari, hermano del expresidente Carlos Salinas de Gortari, el Partido del Trabajo nació oficialmente en 1991, como producto de una fusión en diversas organizaciones sociales, principalmente del norte del país, como los Comités de defensa Popular de Chihuahua y Durango; el Frente Popular de Lucha de Zacatecas; el Frente Popular Tierra y Libertad, de Monterrey, Nuevo León y la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, la Coordinadora Nacional Plan de Ayala y el Movimiento Magisterial Independiente.
Pero aunque el PT registró una votación numerosa en estos estados, ayer, en las elecciones federales ni siquiera en esas entidades tuvo los sufragios suficientes para mantener el registro, y por eso entró en la zona de riesgo.
La reforma político electoral del año pasado dispuso que los partidos políticos deben obtener al menos tres por ciento de la votación efectiva para conservar el registro como partido nacional, cuando hasta la elección federal de hace tres años exigía cubrir únicamente el dos por ciento; es decir, que con las reglas pasadas el Partido del Trabajo tenía la posibilidad de sobrevivir.
Será hasta que concluya el cómputo distrital cuando la autoridad electoral de los votos oficiales de los mexicanos y muestren si los petistas pierden oficialmente el registro, pero por primera vez en años está en riesgo de desparecer.
No es la primera vez que el PT enfrenta un riesgo de este tipo. En 1991, durante el primer proceso electoral en el que participó, perdió el registro porque no logró los votos necesarios; ese mismo año se intensificó el trabajo de sus simpatizantes para lograr nuevamente su reconocimiento como instituto político y logró su registro nuevamente en el año de 1992, para participar en la contienda electoral de 1994, año en que registró su histórico de preferencias electorales.
En 1994 tuvo como candidata presidencial a Cecilia Soto, con lo cual tocó por primera vez la quinta posición como partido nacional con altos niveles de votación; Cecilia Soto es hasta el momento la única mujer que fue postulada por ese partido político como candidata propia; el resto de los procesos electorales presidenciales en los que participó fue en alianza con otros partidos.