Con la partida del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) se cayó el último puente de comunicación entre las autoridades de justicia y los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, quienes hicieron ver que su desconfianza creciente hacia el Gobierno federal se basa en la manipulación que este ha hecho del caso.
Los padres de los estudiantes son recibidos una vez al mes por la Procuraduría General de la República (PGR) para conocer avances sobre el caso. Y aunque el Gobierno ha reiterado su compromiso por conocer la verdad, las familias acusan que las reuniones privadas siempre han estado llenas de reveses.
El último encuentro con las autoridades de justicia se realizó el pasado 14 de abril.
“La información no ha sido para nosotros con credibilidad. Sentimos, como lo ha demostrado el GIEI, que hay muchas cosas que la PGR en su indagatoria no muestra en el expediente. No creemos en todo lo que nos dicen y eso ha aumentado la desconfianza”, expuso Nicolás Andrés Juan, papá del estudiante Édgar Andrés Vargas, quien sobrevivió a un disparo en la mandíbula.
Pese a la ausencia de autoridades del Gobierno federal en el último informe del GIEI, el subprocurador de Derechos Humanos de la PGR, Éber Omar Betanzos Torres, ofreció una conferencia de prensa el domingo en la que hizo énfasis en los familiares.
“Estamos del mismo lado y trabajamos por el mismo objetivo, saber qué pasó con los jóvenes y castigar a cada uno de los responsables”, expuso el funcionario.
Sin embargo, esta disposición pública no se ha visto en el trabajo que deberían de hacer las autoridades de justicia y eso nos aleja cada vez más de ellos, refirieron los padres de los normalistas.
“Públicamente nos dicen una cosa, y luego hacen otra. Yo creo que no ha habido ninguna respuesta y lejos de decir estamos investigando, no mencionan nada. Si se está siguiendo una línea de investigación para ver quién disparó a Edgar o por qué los militares actuaron así no sabemos. No hay nada, no existe”, dijo Andrés.
Sin Embargo