Símbolo de estatus entre la población, los automóviles en México “amenazan con socavar los planes del país para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero” por el incremento que han registrado en los últimos años, advierte el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un estudio cuya difusión coincide con las ponderaciones del gobierno federal mexicano sobre la consolidación del país como cuarto productor mundial de automóviles.
De cada mil mexicanos, 209 eran propietarios de automóvil en 2013 (en Brasil eran 195) y la cifra puede incrementarse a 244 por millar para 2018, según el banco regional.
“El incremento en la propiedad de vehículos va incluso más allá del crecimiento de la población: el estudio 2014 Commuter Pain Survey de la empresa IBM detectó que, sólo en la Ciudad de México, cada año se registran dos veces más vehículos que nuevos nacimientos”, se indica en el estudio que el BID encargó a The Economist Intelligence Unit (EIU) sobre el uso de las asociaciones público privadas en la movilidad inteligente en América Latina y el Caribe.
Incluso sentencia que la congestión vehícular en la Ciudad de México “ya es considerada la peor del mundo” y mientras el promedio mundial de traslados hogar-trabajo es de 46 minutos, en la capital mexicana sube a 65 minutos, es decir 41 por ciento más tiempo que la media internacional.
Por otro lado, cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) indican que el año pasado, la producción de automotores nuevos superó los 3.2 millones de unidades, de los cuales un millón 135 mil se vendieron en el país y el resto se exportó.
México adoptó leyes contra el cambio climático desde 2012 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre 30 y 50 por ciento para 2010 y 2050, respectivamente, “pero The Economist Intelligence Unit estima que esos objetivos podrían ser demasiado optimistas, un reflejo, en parte, de las mayores compras de vehículos, el aumento de autos con combustión ineficiente y el creciente consumo de combustible en el país”, destaca el BID.
Poseer un vehículo en México como en el resto de los países de América Latina es percibido como símbolo de estatus de pertenencia a la clase media. No obstante, el estudio también menciona que la motocicleta ha ganado popularidad en la región, además de que se ve como una importante fuente de negocios como servicio de transporte a bajo costo, básicamente sin regulación, con los llamados “mototaxis”.