Como pudo constatar Efe en dicho inmueble, sus paredes de ladrillo y un depósito de agua en el techo permitieron disfrazar la intensa actividad que debió suponer cavar un túnel. Los campos cercanos volvieron invisible el traslado de tierra extraída.
Agentes de la fiscalía revisan la casa y mantienen un cerco a varias decenas de metros, con vehículos del Ejército y de la Policía Estatal. Ninguno de los pobladores se ha acercado a esta zona, a la que se llega tras recorrer brechas de lodo.
En el límite exterior de la prisión, la tierra ha sido removida.Zanjas de dos metros de profundidad y cientos de metros de longitud rodean los muros de concreto, con tubos del sistema de agua Cutzamala que se forman en filas para ser sepultados.
Unos 50 miembros del personal sanitario del penal esperan a las afueras la orden de entrada, que fue frenada por las autoridades para investigar las últimas horas de “El Chapo” Guzmán en prisión.
Los vecinos se asoman a la ventana, salen y observan, perotodos callan, acostumbrados a la rutina de la prisión.
A condición de no ser grabada, Noemí comentó a Efe que la policía le pidió a su familia no salir de casa durante la noche porque iba a haber balazos y mejor prefirió encerrarse; su esposo salió a trabajar con normalidad en su taxi.
Un grupo de jóvenes pasa frente a la prisión en sus motos para observar los movimientos de la policía. Son vecinos de un fraccionamiento de 8 mil viviendas en las que viven incluso familiares de reos, pero todos dicen saber nada.