Ciudad de México. Cincuenta y cuatro años después de la matanza estudiantil del Jueves de Corpus, sobrevivientes y estudiantes marchan para insistir en su demanda de justicia.
El contingente histórico está encabezado por Félix Hernández Gamundi, Víctor Guerra, David Roura, entre otros integrantes del Comité 68 Pro Libertades Democráticas, quienes portan una gran manta con la consigna “La violencia actual es resultado de la impunidad del pasado”.
La movilización salió poco después de las 16 horas desde las inmediaciones del metro Normal, con dirección al Zócalo capitalino. Participan universitarios e integrantes de organizaciones solidarias y Pro Palestina.
Entre la batucada, los manifestantes claman “Ni perdón ni olvido”, y “¡10 de junio no se olvida”. También realizan el conteo por los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 en Iguala, Guerrero.
Recordaron que el 10 de junio de 1971 estudiantes marcharon en solidaridad con alumnos de la Universidad Autónoma de Nuevo León y por órdenes del ex presidente Luis Echeverría el grupo paramilitar conocido como Los Halcones “atacó dicha movilización, asesinando y desapareciendo a un número indeterminado de manifestantes”.
Por su parte, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez aseguró que para avanzar en la verdad y la memoria frente a los crímenes del pasado, aún quedan pendientes.
Un ejemplo, expuso en redes sociales, es retomar la ruta propuesta en los informes del Mecanismo de Esclarecimiento Histórico de la Comisión para la Verdad sobre la guerra sucia (1965-1990), “hoy relegados”.
A su paso por la sede del PRI Ciudad de México, sobre avenida México-Tenochtitlan, y al grito de “esos son los que chingan la nación”, un grupo reducido de jóvenes con el rostro cubierto lanzaron piedras contra el edificio e hicieron pintas. “ PRI asesino” y “Muerte al sionismo”, fueron algunas.
Tras dos horas de marcha y entre la lluvia, finalmente el contingente llegó al Zócalo capitalino.
Para resguardarse del aguacero, los manifestantes quitaron las vallas que impedía el paso a una de las carpas colocada por el gobierno capitalino para actividades ajenas a la movilización.
“Ni la lluvia ni el viento detendrán el movimiento”, exclamaron.
Source: Mexico