Montserrat Hanael Romero tenía 22 años, vivía en el fraccionamiento La Antigua, en Tultepec, en el Estado de México.
Ahí mismo fue encontrada sin vida, cinco días después de su desaparición, dentro de una de las casetas de vigilancia de la unidad: una pequeña construcción de 1.20 metros cuadrados, ubicada en la calle Toltecas.
Jardinero del fraccionamiento encontró su cuerpo
Monse, como le decían, desapareció el viernes 18 de julio.
Cinco días después, un jardinero encontró su cuerpo al ir a tirar restos de poda. Vio que la puerta de la caseta estaba entreabierta. Cuando intentó cerrarla, la vio.
La noticia no llegó con respeto, ni con tacto. Los vecinos se enteraron a través de un escueto mensaje enviado a sus celulares por el administrador Ulises González Saavedra:
“Retiraron a la persona que estaba en la caseta y están investigando qué fue lo que sucedió. No podemos dar más información ya que es un tema de la fiscalía y de la policía en la cual no podemos intervenir bajo ninguna circunstancia”.
De inmediato surgieron las preguntas:
¿Cómo es posible que una mujer permanezca cinco días dentro de una caseta sin que nadie la vea?
¿Cómo, en un fraccionamiento que presume seguridad 24/7, nadie notó su ausencia, su presencia, su cuerpo?
¿Dónde estaban los vigilantes? ¿Por qué nadie, ni uno solo, se presentó en esa caseta durante cinco días?
Administrador del fraccionamiento ha intimidado a quienes exigen respuestas
Las respuestas de la administración han sido inexistentes.
O peor: han llegado en forma de amenazas. El silencio ha sido la única constante, según relatan vecinos entrevistados por Milenio.
A la mañana siguiente del hallazgo, no se acordonó la zona. No se preservó la escena del crimen.
La versión oficial se limitó a una instrucción tajante: no especular, no informar, no hablar.
Peor aún, el administrador del fraccionamiento ha intimidado a quienes exigen respuestas, advirtiéndoles que podrían violar la llamada “Ley Ingrid”, una legislación diseñada para evitar la difusión de imágenes sensibles de víctimas… pero que en La Antigua se ha convertido en una mordaza para acallar denuncias ciudadanas.
Montserrat fue asesinada en su propio fraccionamiento
En medio del silencio, los rumores crecen. Porque no hay información. Porque no hay justicia. Se dice que a Montserrat la golpearon.
Pero más allá de las versiones, hay una verdad irrefutable: Montserrat fue asesinada en su propio fraccionamiento. Y alguien intentó ocultarlo. La comunidad está de luto. Está furiosa. Y tiene miedo.
Vecinos de ‘La Antigua’ se niegan a callar.
Porque si una joven puede morir dentro de su propia casa y nadie lo nota durante cinco días, ¿Cuánto vale la vida de una mujer en México?
¿Cuánto vale una hija, una vecina, una amiga… si la única respuesta institucional es el silencio?
Este fin de semana, el administrador Ulises González Saavedra fue removido de su cargo. Además, será investigado por presunta malversación de los recursos financieros del fraccionamiento.
Hoy, los vecinos de La Antigua se niegan a callar. Organizan manifestaciones, exigen justicia, denuncian la censura y señalan la negligencia.
Porque a Montserrat la mataron, pero no la van a borrar. Su historia no será una más que se apague sin consecuencias. Su muerte no será invisible.
Que su historia sacuda. Y que la justicia, esta vez, sí llegue.
Con información de Milenio
Source: Mexico