Cada 15 de septiembre, los presidentes, gobernadores de los Estados, alcaldes y embajadores de México en el mundo conmemoran la independencia del país con la ceremonia del grito. La fiesta recrea la noche en la que Miguel Hidalgo llamó desde la parroquia del pueblo de Dolores (Guanajuato) a que los habitantes se levantaran en armas contra el mal gobierno. Existen varias versiones, pero nadie sabe a ciencia cierta qué gritó el cura esa madrugada del 16 de septiembre de 1810.
La falta de un guion “oficial” da rienda suelta a que los gobernantes puedan ponerse creativos y dar un toque personal a la celebración. Las contribuciones de algunos presidentes se convirtieron en parte del protocolo, mientras que otras fueron olvidadas con el paso de los años.
1. Un emperador europeo dio el primer grito de Independencia como lo conocemos
Desde 1821, cuando México se declaró independiente, sus líderes ya conmemoraban el 16 de septiembre y el legado de Miguel Hidalgo. Pero fue Maximiliano de Habsburgo, el segundo emperador mexicano impuesto por los conservadores, quien realizó la ceremonia que sería imitada hasta hoy. Para ganarse el aprecio de los mexicanos, el emperador viajó a Dolores en 1864 para conocer la residencia de Miguel Hidalgo. Fue ahí, desde un balcón, en el que dio un largo discurso sobre el padre de la patria y concluyó con la frase: ¡Mexicanos, que viva la independencia y la memoria de sus héroes!”, según un artículo de la revista Nexos.
Unos años más tarde, el imperio de Maximiliano sería derrocado para reinstaurar la República Mexicana. La ceremonia del grito, sin embargo, permanecería en la tradición.
2. Porfirio Díaz llevó la campana de Dolores al Palacio Nacional
En 1896, el entonces presidente Porfirio Díaz ordenó trasladar la campana que hizo sonar Miguel Hidalgo, de Dolores al Palacio Nacional en la Ciudad de México. Antes de llegar al palco presidencial, la campana fue paseada en un carro alegórico y fue la gran atracción de ese 15 de septiembre. El diario de la época Monitor Republicano relata que los dos toques que dio Díaz apenas se escucharon entre el ruido de la multitud, pero que la campana brilló alumbrada por focos eléctricos, algo que sorprendió a los asistentes. Desde entonces, la histórica campana se utiliza en los festejos en el Palacio Nacional.
3. Lázaro Cárdenas celebró su revolución social
Durante y después de la Revolución Mexicana (1910-1920), todos los presidentes habían pronunciado arengas cortas, que alternaban los vivas a México, la independencia y los “héroes patrios”, muchas veces nombrados de forma genérica. Lázaro Cárdenas (1934-1940) mantuvo un perfil similar, pero en 1937 rompió esquemas cuando declamó: “¡Mexicanos! ¡Viva la independencia nacional! ¡Viva la revolución social de México! ¡Viva México!”. Fue la primera vez que un mandatario añadió elementos políticos a un discurso que seguía una línea exclusivamente patriótica.
4. Ávila Camacho y la tradición de viajar a Dolores para el quinto año de Gobierno
Manuel Ávila Camacho (1940-1946) fue a Dolores, la cuna de la independencia, para celebrar el Grito en 1945. El presidente de la Suprema Corte, Salvador Urbina, dio el grito en la plaza capitalina de El Zócalo en su representación. Ávila Camacho caminó desde la casa de Hidalgo a la parroquia del pueblo y gritó: “¡Viva México! ¡Viva la independencia! ¡Vivan los héroes de nuestra patria!”. En las décadas siguientes se hizo tradición que los presidentes dieran el grito de su quinto año de Gobierno en Guanajuato, hasta que en 1993 Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) decidió darlo en la Ciudad de México.
5. Adolfo López Mateos y el “guion moderno”
El presidente Adolfo López Mateos (1958-1964) instauró en 1963 el formato del grito que conocemos todos, que consiste en alentar al pueblo y mencionar a los personajes principales de la lucha independentista. “¡Mexicanos! ¡Viva la independencia! ¡Vivan los héroes que nos dieron patria! ¡Viva Hidalgo! ¡Viva Morelos! ¡Viva Allende! ¡Viva Aldama! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!”. López Mateos adoptó “sello” de su antecesor Adolfo Ruiz Cortines (1952-1958), quien decía tres veces el último “viva”. José López Portillo (1976-1982) incluyó a Josefa Ortiz de Domínguez en la lista de menciones en 1980.
6. Carlos Salinas agregó héroes de otras fechas históricas
Los gritos de Carlos Salinas de Gortari se caracterizaron por mencionar a personajes que nunca antes habían sido nombrados en la ceremonia. Comenzó con Vicente Guerrero en 1989. En 1992 dio vivas a los Niños Héroes y a Benito Juárez. Los primeros fueron cadetes que pelearon en la intervención estadounidense y el segundo gobernó México por primera vez en 1857, 36 años después de la consumación de la independencia. El líder revolucionario Emiliano Zapata, al que nombró en su última celebración en 1994, tampoco tenía nada que ver con la guerra de Independencia.
7. El “Mexicanas y mexicanos” lo comenzó Ernesto Zedillo
Prácticamente todas las imitaciones cómicas de un discurso de Vicente Fox (2000-2006) comienzan con “mexicanas y mexicanos”. Muchos creen que él fue el primero en iniciar así la ceremonia del grito, pero en realidad fue Ernesto Zedillo casi un año antes de las elecciones de julio de 2000, en las que ganó Fox. Zedillo también se distinguió por lanzar un “viva” a la democracia en 1997, después de la reforma política de ese año que abrió el camino para la alternancia en el poder y la representación de otros partidos políticos además del PRI. Felipe Calderón (2006-2012) no continuó la tradición de comenzar el ritual con este saludo. En este video puedes ver el grito de Zedillo de 1999 a partir del minuto cuatro.
8. Fox rompió una tradición de 110 años
Fox ofreció su última ceremonia del grito en medio de una gran efervescencia política después de las elecciones de 2006. Su arenga más polémica fue un “¡Vivan nuestras instituciones!”, en clara respuesta a Andrés Manuel López Obrador, candidato de las izquierdas y que denunciaba un fraude electoral. Fox dio el grito desde la escalinata de la Parroquia de Dolores. Fue la primera vez en 110 años, salvo la toma de la Ciudad de México por Estados Unidos en 1847, que el Palacio Nacional y la campana de Dolores no formaron parte de la ceremonia local ni presidencial.
9. El doble grito de Calderón
Felipe Calderón mantuvo un discurso homogéneo en su sexenio, salvo en 2009 y 2010, cuando incluyó arengas para conmemorar el bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución. Calderón festejó los 200 años de independencia con un doble grito: a las once de la noche ofreció la ceremonia habitual en el Palacio Nacional de la Ciudad de México y después se trasladó en helicóptero a Dolores para dar un nuevo grito en las primeras horas de la mañana. Fue el único en darlo en los dos lugares.