“Con ella vamos a tener más energía y a menor costo para impulsar el progreso de todos los mexicanos” decía la voz en off del spot titulado “El petróleo es nuestro”. Era 13 de agosto de 2013. Un día antes, el Presidente Enrique Peña Nieto había enviado al Senado de la República la iniciativa para modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución; es decir, la Reforma Energética.
Para difundir esta enmienda constitucional, el Gobierno de la República produjo una campaña de spots para radio y televisión. El despliegue tuvo dos etapas, una de agosto de 2013 a agosto de 2014, mientras se desarrollaba el proceso legislativo durante el cual, se analizó la iniciativa de Peña Nieto. La segunda se transmitió una vez que la reforma fue aprobada y su base era una invitación a la población a visitar el portal www.reformas.gob.mx.
La cascada de anuncios repetía lo benéfica que resultaría la inclusión de empresas en el mercado de combustibles. Sobre todo, bajarían los costos de las gasolinas, la luz y el gas, y habría más empleos. Al final, exhortaba: “Infórmate”.
Ha ocurrido lo contrario y en el amanecer de 2017 el precio del combustible alcanzará un precio 20 por ciento mayor que en diciembre y muy lejos de aquel 13 de agosto de 2013, cuando se lanzó el primer spot.
La Secretaría de Hacienda anunció que a partir de enero la Magna costará 15.99 pesos por litro; la Premium 17.79 y el Diésel 17.05 pesos por litro. Los ajustes continuarán el 4 de febrero, el 11 de febrero y a partir del 18 de febrero aumentarán cada día.
Al inicio de la actual administración el precio de la gasolina Magna tenía un precio promedio de 10.81 pesos por litro y al cierre de 2016 se ubicó en 13.98 pesos por litro, es decir, un aumento acumulado de 29.32 por ciento.
¿Cuánto se gastó en la producción de los spots que le dijeron a los mexicanos que el precio de los combustibles bajaría? La Presidencia de la República declaró “inexistente” esa información ante el Instituto Nacional de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI); es decir, no registró en sus archivos esta erogación, de acuerdo con las actas CI/PR/4SE/2014 y CI/PR/2SO/2014 en ese instituto.
CRÓNICA DE UNA CAMPAÑA DE GASTO “INEXISTENTE”
Los titulados “El petróleo es nuestro”, “Sector petrolero en otros países”, “Reserva de gas”, “Disminuye tu recibo de luz y gas” y “Yacimientos” correspondieron a la primera etapa del conjunto de spots difundidos por el Gobierno de la República en tiempos oficiales.
Cuando se les solicitó la información de cuánto se había erogado en la producción, cinco instancias respondieron que hicieron “una búsqueda exhaustiva” entre sus documentos y no había ningún registro. Estas fueron la Coordinación de Asesores del Presidente, la Secretaría Técnica del Consejo de Seguridad Nacional, la Secretaría Particular del Presidente, la Jefatura de la Oficina de la Presidencia, y la Coordinación de Comunicación Social. Es decir, la Presidencia no hizo ningún registro de pagos a actores o talento creativo para la producción de los anuncios.
Así que el gasto en estos infomerciales fue declarado como “inexistente” por el Comité de Información de la Presidencia de la República, según el acta CI/PR/2SO/2014, encontrada en el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).
En realidad, esa primera etapa de spots arrancó con las palabras de Enrique Peña Nieto, el 12 de agosto, al enviar la iniciativa de la Reforma Energética al Senado de la República. “Con la reforma que propongo, el petróleo y los demás hidrocarburos continuarán como patrimonio exclusivo de la Nación. Los mexicanos seguiremos siendo los dueños de la renta petrolera …”, dijo Peña Nieto.
Al día siguiente, el primer promocional fue transmitido. Iniciaba con una toma aérea de una estructura petrolera. Una voz en off recalcaba: “El petróleo es nuestro” y enseguida aparecía un niño con las manos manchadas de negro. Y también se oía: “El sol es nuestro” y otro niño con los ojos en el cielo llenaba la imagen. Cuando el narrador decía: “El viento es nuestro” otro niño corría. Después aparecían campos de energía eólica.
A partir de entonces, la campaña insistió en que la iniciativa del Jefe del Ejecutivo respetaba “letra por letra” el artículo 27 constitucional que propuso en 1938 el Presidente Lázaro Cárdenas del Río. Vinieron más spots que culminaban con la frase: “Reforma energética toda nuestra energía para mover a México”. El lanzado el 22 de diciembre de 2013, indicó: “Lo que este país necesita son empleos bien pagados, pues eso es lo que va a traer la Reforma Energética”.
El 11 de agosto de 2014, el Presidente Enrique Peña Nieto promulgó las leyes secundarias de la Reforma Energética, con lo que concluyó un proceso legislativo que duró un año. Entonces, quedó permitida la entrada de empresas privadas en la exploración y explotación del petróleo, así como para la generación de energía eléctrica. Y entonces, Petróleos Mexicanos se convirtió en empresa productiva del Estado.
Después de la promulgación, se inició la segunda fase para afianzar entre los mexicanos la Reforma Energética. Uno de los anuncios decía: “Hay que investigar”. Y una voz en off indicaba “infórmate y conoce por qué es buena para ti la Reforma Energética en reformas.gob.mx”. De otro se oía: “Ven, acércate, acércate más, para que veas dos de los efectos más grandes que se van a lograr con la Reforma Energética, uno que baje tu recibo de luz y dos, que baje el de gas”.
La Coordinación de Estrategia y Mensaje Gubernamental, la Coordinación de Estrategia Digital Nacional, la Oficina del Vocero del Gobierno de la República y la Dirección de Recursos Materiales y Servicios Generales, así como la Dirección General de Finanzas y Presupuesto –instancias en Los Pinos que podrían tener esta información- respondieron a la solicitud de un ciudadano que no contaban con registros del gasto en la producción de los spots de esta segunda etapa.
Así, los contratos y facturas sobre la producción de estos anuncios en los que se argumentó ante los mexicanos la conveniencia de la Reforma Energética también fueron declarados como “inexistentes” por la Presidencia de la República.
Sin Embargo