Impacta arte mexicano en Washington, DC

La colección de dibujos y arte gráfico de General Motors de México llega por primera vez a la capital de EU después de 47 años de haber sido formada. Unas 300 personas se sorprendieron y pasaron un largo tiempo frente a cada obra en soporte papel, evocando nostalgias.

Las cien piezas que han sido seleccionadas para esta exposición, que se inauguró la noche del miércoles en el Instituto Cultural Mexicano en Washington, parecen una continuidad de los murales que Roberto Cueva del Río, un discípulo de Diego Rivera, pintó en 1931 en los tres pisos de la casona que desde los años 20 de la pasada centuria ha sido residencia del embajador de México.

Sin prisa, los asistentes a la apertura de la muestra que permanecerá en exhibición hasta septiembre próximo, hurgan en los detalles de los dibujos, grabados y acuarelas de Posada, Rivera, Orozco, Tamayo y Mérida, pero también de Gerzso, Carrington, Cuevas, Soriano y Toledo.

Esta revisión del arte gráfico mexicano de las primeras seis décadas del siglo XX a través de cinco núcleos, curada por Pilar García y Susana Pliego, es una de las primeras actividades culturales que encabezan el recién nombrado embajador de México en Estados Unidos, Carlos Manuel Sada Solana, y el director del instituto Alberto Fierro Garza.

“La cultura ha sido por años una herramienta fundamental de relaciones exteriores. Si en algún ámbito México se puede ver a los ojos con todos los demás países es en el artístico y cultural”, afirma Fierro Garza, miembro del cuerpo diplomático mexicano desde 1993.

“El instituto tiene 26 años de estar en Washington, promoviendo la cultura de México en la capital estadunidense, pero también haciendo muchos vínculos de colaboración con las instituciones educativas y culturales más importantes.

“Queremos llegar a la gente joven, al público angloamericano y a nuestras comunidades mexicanas. Y creemos que haciendo alianzas es la mejor manera”, explica en entrevista posterior al corte del listón quien fue cónsul de México en Minnesota durante tres años y posee tres meses en este nuevo cargo. El egresado de la Universidad Iberoamericana conoce bien la capital de Estados Unidos, porque ahí realizó un Master en Historia Latinoamericana en la Universidad de Georgetown.

“En Washington, la población mexicana no es tan grande como en Nueva York. Aquí, los hispanos mayoritarios son salvadoreños y nicaragüenses que huyeron de la guerra en los años 70 y llegaron como refugiados. Hay, según cifras del Consulado, unos 300 mil mexicanos aquí, pero no viven en la capital, porque es muy cara, sino en los alrededores.

“Pero el posicionamiento del español y la cultura mexicana ha crecido y se ha afianzado en Estados Unidos. Hay 50 millones de hispanos en esta nación, de los cuales 35 millones son mexicanos. Somos la primera minoría, el español se ha convertido en el segundo idioma hablado”, añade.

El instituto ha respondido a este reto con sus 26 años de experiencia y a pesar de los recortes que padece su presupuesto en algunas ocasiones, como este 2016. El diplomático reconoce que este año será difícil, pues su presupuesto ha disminuido entre un 20 y un 30 por ciento con relación a 2015.

“Pero organizamos varias actividades que generan recursos propios y esperamos complementar con éstas”, indica convencido. Anuncia que el instituto apoyará este segundo semestre una exposición de Rufino Tamayo en el Museo Smithsoniano, que traerá una exposición de talavera poblana, al grupo musical Ónix y al escritor Alberto Ruy Sánchez a la feria del libro, entre otras propuestas.

Prioridad: su difusión

La muestra La colección de dibujos y arte gráfico de General Motors de México, con la que esta empresa automotriz festeja sus 40 años de actividades en tierras aztecas, fue creada en 1968-1969 con 260 obras originalmente, pero de éstas se conservan 239. “Uno de los principales retos ahora es darle una mayor difusión a la obra. Antes pasó varios años guardada y nosotros retomamos el reto en 2010 de sacarla a la luz y darle la importancia que debe tener”, afirma Teresa Cid.

La directora de Comunicación y Relaciones Públicas de General Motors México, una de las principales artífices de que este acervo se exhiba en Washington, comenta que esta compañía tiene un importante programa de responsabilidad social a nivel mundial y que en México uno de los pilares está enfocado al impulso a la cultura a través de esta colección.

“Independientemente del valor económico, no tengo una cifra específica sobre en cuánto está valuada, para nosotros tiene un valor simbólico de poder seguir impulsando la cultura a través del tiempo y de grandes pintores, lo importante para nosotros es el valor histórico”, señala.

Sobre la posibilidad de adquirir en un futuro más obra gráfica y actualizar el acervo que abarca hasta la década de los 60 del siglo XX, la comunicóloga egresada del Instituto Tecnológico de Monterrey detalla que “no puedo confirmar que estaríamos en posibilidad de adquirir más obras, no te digo que no, es algo que se evaluaría. Sin embargo, nuestra prioridad ahora es difundirla, llevarla a otras ciudades, tanto de México como del extranjero”.

Concluye que, por fortuna, el actual presidente de GM México, Ernesto Hernández, comparte la pasión por el arte que tuvo Thomas Mabry Cranfill (1913-1995), creador de la colección, un acervo “que quiere ser un ejemplo del apoyo y el compromiso de la iniciativa privada hacia el arte”, afirma.

Fuente: Excélsior