acuerdo con datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), obtenidos vía transparencia, desde enero de 2005 al 4 de febrero de 2016, tres millones 267 mil 681 hectáreas han resultado afectadas por los 89 mil 56 incendios que ocurrieron en ese periodo en todo el territorio, de los cuales 88% se originaron por actividades relacionadas con los humanos, informó Excélsior.
Las más de tres millones de hectáreas dañadas representan una superficie mayor a la del estado de Guanajuato y ocho veces a la de Tlaxcala.
De esta cifra, tan sólo la entidad de Coahuila tiene 539 mil 516 hectáreas siniestradas, es decir, 16.5% se concentra en este estado.
En relación con las entidades que también presentan altos índices de superficies deterioradas le siguen Sonora, con 294 mil 316, Baja California con 281 mil 364, y Oaxaca, con 189 mil 624.
En cuanto al número de incendios ocurridos, Chiapas es una de las entidades que más desastres registrados tiene, con tres mil 765, los cuales han afectado a 128 mil
hectáreas.
Fuentes de la Conafor, consultadas por Excélsior, señalan que mucha de la flora afectada durante los últimos diez años ya se ha restaurado, ya que, según las características del organismo, la flora dañada puede tardar entre tres, cinco o hasta siete años para sanar, ya sea de forma natural o por procesos de restauración que son aplicados por las dependencias y organizaciones.
La entidad más afectada
Coahuila llegará a los 100 incendios forestales en este 2016, por lo que el riesgo es inminente, debido a que se mantienen en el registro 76 siniestros, con una afectación de mil 574 hectáreas, sin contar los conatos, cuya atención es inmediata y no figuran en la estadística.
Carlos Galván Tello, gerente de la Conafor, dijo que se pronostican tiempos difíciles, y este 2016 será un año seco, al igual que 2017 y 2018, debido a que se tendrá una época de estiaje de pocas precipitaciones y un alto número de incendios.
No obstante, la temperatura y humedad en el norte de la entidad, como Allende, Nava, Piedras Negras y en la región carbonífera, se han reportado granizadas y amenazas de tornados, que ha originado descenso de temperatura y humedad.
Existe un riesgo de tormentas eléctricas que generan descargas y que lógicamente causan incendios en las partes altas, si después del rayo llueve, no hay ningún problema, pues se apaga inmediatamente.
El funcionario federal informó que el pasado 20 de mayo se tuvo un curso, que fue el número 402, donde estuvo presente el jefe de Incendios a nivel nacional, Alfredo Nolasco, en el que participaron los titulares de la Comisión Nacional Forestal, de Nuevo León, Tamaulipas y desde luego Coahuila.
En el mismo se tomaron decisiones para saber cómo actuar en un siniestro forestal, pero sobre todo cuándo pedir el apoyo de la Secretaria de la Defensa Nacional o bien cuándo utilizar el helicóptero.