Luego de un cierre de año débil, cuando no registró crecimiento, la actividad industrial comenzó el 2016 con una aceleración, pues registró un crecimiento de 1.8%, a tasa anual desestacionalizada en enero, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Dicho crecimiento se convierte en el más alto desde febrero del 2015, cuando creció 1.9 por ciento. Para un mes de enero, es su mejor desempeño desde enero del 2012, cuando creció 3.7 por ciento.
“El sector industrial creció más de lo esperado en enero. Este resultado se explica porque el sector de la minería se contrajo menos de lo esperado, aunque sigue en depresión ante la crisis del sector petrolero. En tanto, la construcción también mostró un desempeño mejor al esperado, liderado por el crecimiento en edificación”, opinó el analista de Grupo Financiero Invex, Joan Enric Domene.
Por componentes, la construcción tuvo un sorpresivo crecimiento de 4.5%, en enero, luego de que en diciembre registrara una caída de 1.3%, convirtiéndose en su mejor desempeño desde abril del 2015, cuando creció 6.2 por ciento.
La pronunciada aceleración que presentó la construcción se explica porque en su interior el rubro de edificación creció 6%, después de la caída de 1.8% del mes anterior.
Por otro lado, y a pesar de que la minería ligó su vigesimosegundo mes en contracción, su caída fue de 2.6%, menor a 4.8% que cayó en diciembre pasado. Además, se convierte en su menor caída desde septiembre del 2014, cuando fue de 1.8 por ciento. Por el contrario, las industrias manufactureras registraron una desaceleración en el primer mes del año, pues crecieron 2.2%, cuando en diciembre su crecimiento fue de 2.4 por ciento.
Por último, el componente de la generación y distribución de energía eléctrica, agua y gas, pasó de un crecimiento de 1.8%, en diciembre, a uno de 1.6%, en enero.
Analistas coincidieron en que a pesar del crecimiento mayor al esperado que vivió la actividad industrial en este inicio de año, para los siguientes meses existen varios riesgos que la podrían desacelerar.
“Si bien el inicio de año pudiera ser alentador, para el resto de los meses prevemos que la producción industrial siga con tendencia a la baja. Lo que se sustenta en factores como riesgos a la baja en el sector servicios; recortes al gasto público y las dificultades en el sector petrolero”, dijo la analista de Grupo Financiero Ve Por Más, Mariana Ramírez.
Joan Enric Domene puntualizó que pese al dato de enero, existen varios factores que lastrarán el crecimiento del sector este año.
“De un lado, el ajuste al presupuesto de Pemex provocará un descenso adicional a la plataforma de producción, que junto a los bajos precios del petróleo, presionará el crecimiento del sector minero. Por otro, el recorte al gasto público y la incertidumbre que rodea el escenario de crecimiento podría derogar la inversión en construcción. No obstante, esperamos que la producción manufacturera se mantendrá en expansión, aunque de forma moderada”, detalló.
Crece 4.5% en enero
IP apuntala a la construcción
El sector privado da aire fresco a la industria de la construcción. Durante el primer mes del año registró un incremento anual de 4.5%, el mejor desde abril del año pasado y el tercero de los últimos 12 meses, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Luego de haber acumulado cifras desestacionalizadas positivas desde abril del 2014, la construcción registró una baja en noviembre y diciembre pasados, de -0.5 y -1.3, respectivamente.
El crecimiento del sector fue impulsado por el segmento de edificación (obra privada, como centros comerciales), que mostró un alza de 6%, seguido por el de construcción de obras de ingeniería civil (con recursos públicos), con 1.9% de aumento y por los trabajos especializados para la construcción, con 1.6 por ciento.
Recientemente, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Gustavo Arballo, dijo que la estimación de crecimiento en el sector de 3% para el presente se reducía a 2.5%, como resultado del recorte presupuestal. (Alejandro de la Rosa)
Fuente: El Economista