El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió este lunes al Congreso mexicano una iniciativa preferente que busca reformar la industria eléctrica para fortalecer, en un nuevo intento de su parte, a la CFE (Comisión Federal de Electricidad), empresa productiva del estado, por encima de energías limpias y empresas privadas.
El documento, enviado en el primer día de sesiones ordinarias de ambas Cámaras (Diputados y Senado), está marcada como “preferente”, por lo que el Congreso mexicano deberá discutirla y, en su caso, aprobarla, en los próximos 60 días naturales.
La iniciativa plantea reformas y adiciones a diversas disposiciones de la Ley de la Industria Eléctrica y fue turnada a la Cámara de Diputados para iniciar el trámite de dictaminación. Para ello, tendrá hasta 30 días naturales, a fin de turnarlo al Senado, que contará también con 30 días naturales para desahogar (no necesariamente aprobar) la propuesta del presidente López Obrador.
Morena, el partido de López Obrador y con mayoría en ambas Cámaras, mostró su apertura a la propuesta enviada por el mandatario. “Esta iniciativa es consecuente con el principio constitucional de exclusividad y rectoría del Estado” sobre el tema, dijo Ignacio Mier, coordinador de los diputados morenistas, quien adelantó que consultarán “a todos los sectores involucrados” para analizar la reforma.
En el documento, consultado por Infobae México, López Obrador asegura que en las últimas tres décadas, “en el marco de la política neoliberal o neoporfirista”, se impuso “un proceso de privatización para debilitar y transferir empresas públicas a particulares” y “despojar a los mexicanos de la riqueza petrolera y de la industria eléctrica nacional”.
Todo se tradujo en negocios lucrativos para empresas particulares y políticos corruptos, transitando al apoderamiento privado del mercado eléctrico
Debido a esta situación, de acuerdo con el mandatario mexicano, “la CFE quedó fracturada, casi en ruinas, endeudada, obligada a otorgar toda clase de subsidios a sus supuestos competidores y por lo tanto con capacidad disminuida y sometida a una regulación que privilegia a los particulares”.
El gobierno de López Obrador, por lo tanto, consideró “urgente” profundizar los cambios que su administración comenzó desde 2018 y “a fin de fortalecer a la CFE para beneficio del interés nacional”. “Es indispensable para sostener el compromiso de largo plazo con el pueblo de México consistente en no incrementar las tarifas de electricidad y garantizar la seguridad energética”, añade el documento.
En ese sentido, López Obrador propuso ajustes a la Ley de Industria Eléctrica, en específico al sistema del despacho de generadores eléctricos, impuesto a través de la emisión de dicha ley, cuyo mecanismo, argumentó el presidente del país, “establece grandes privilegios en la generación privada con grave perjuicio a la CFE”.
La modificación principal consiste en que el mecanismo de despacho de las centrales eléctricas tengan como prioridad número uno a toda la energía producida por las hidroeléctricas. “Serán despachadas en primer término (…) con sentido social y de protección civil”, precisa la iniciativa.
En segundo lugar, se encuentra la energía generada en otras plantas de la CFE. “Se despacharán las centrales eléctricas de CFE, tales como la nuclear, geotérmicas, los ciclos combinados y termoeléctricas. Posteriormente, se despacharán las Centrales Ciclos Combinados de Productores Independientes de Energía, amparadas por contratos suscritos en los términos de la abrogada Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica”, precisaron.
En tercer lugar, estarán las energías eólica o solar de particulares y en el cuarto y último sitio, los Ciclos Combinados de empresas privadas. “Se despacharan las centrales eléctricas de ciclos combinados propiedad de particulares y el resto de los generadores de otras tecnologías”, completaron.
Source: Mexico



