Keith Raniere, fundador y líder de “NXIVM” un grupo de “autoayuda” que en realidad se trataba de una secta sexual y quien este martes recibirá su sentencia, quería que México fuera la primera “República NXIVM” a nivel mundial y Carlos Emiliano Salinas Occelli, su presidente.
Para concretar este plan, Raniere buscaba que Emiliano Salinas Occelli ganara las elecciones de 2018, así lo publicó la periodista Dolia Estévez publicó en su columna de SinEmbargo, basándose en las revelaciones realizadas por Catherine Oxenberg, ex miembro de la secta y madre de una de las esclavas sexuales de Raniere.
Estévez señala que la conjura descrita por Oxenberg en su libro Captive, explica el empeño de Raniere en doblar psicológicamente a Emiliano Salinas para convertirlo en su “peón” mexicano.
El fundador y líder de NXIVM le reprochó su condición de hijo del expresidente. “Me meo sobre toda tu familia, le dijo Raniere, al echarle en cara venir de un clan que se enriqueció mediante la corrupción y ser parte de un legado de injusticia y perversión”, escribió Estévez.
La periodista recordó que en el documental The Vow, que pone en evidencia la dinámica interna de la secta, publicó videos inéditos de las sesiones en las que Raniere humilla y reduce a basura a Emiliano.
“Presionó mucho a Emi sobre el poder y corrupción de su familia”, relató Mark Vicente, ex líder de NXIVM y figura central en The Vow. Para convencerlo que de él dependía salvar a México de la corrupción de su familia, lo hizo “sentirse mierda”, añadió Vicente, cineasta de origen sudafricano que delató a Raniere ante el FBI.
Filmados por Vicente, los videos en The Vow muestran reuniones de adoctrinamiento a varios juniors a quienes les inculcó sentido de culpabilidad por ser ricos sin haber movido un dedo. Les reprochó que había gente en México dispuesta a trabajar largas jornadas por 10 dólares, mientras ellos gastaban 10 dólares en una bebida en un bar.
Dolia Estévez destacó que varios de los miembros mexicanos habían sido secuestrados; Antonio Zarattini, entre los primeros desertores, y Edgar Boone, hijo de una familia adinerada y reclutador inicial en México. “En la serie, Zarattini muestra su mano de cuatro dedos y oreja mutilada”, destacó la periodista.
Raniere preguntó a Emiliano si estaba listo para liderar el movimiento contra la corrupción y la violencia en México. Respondió que sí, pero dijo no saber cómo. “No sé cómo organizar gente como esa”, admitió, refiriéndose a los pobres (capítulo 9).
Vicente, quien compartió la Junta Ejecutiva de NXIVM con Emiliano, dijo que fue la misma táctica de control psicológico que usó Raniere con las hermanas Sara y Clare Bronfman, herederas del imperio licorero Seagram. Mientras que a ellas las hizo “sentirse mierda” para quitarles su enorme fortuna, a Emiliano lo manipuló para explotar sus conexiones políticas.
Dolia Estévez recordó que Catherine Oxenberg, en su obra Captive (Gallery Books, 20018), detalló el plan de Raniere para establecer en México una cabeza de playa. El “grandioso esquema” de dominio mundial empezaría con el triunfo electoral de Emiliano Salinas en las elecciones presidenciales de 2018. “Su padre, Carlos, usaría sus métodos maquiavélicos para garantizar la victoria electoral de su hijo. A su vez, Keith usaría a Emi como peón para gobernar México” (página 262).
En un viaje en 2013 para tomar un curso de una semana sobre “valores familiares”, Oxenberg contó que la sede mexicana de NXIVM estaba en una céntrica y lujosa mansión, altamente resguardada. “En la calle de enfrente, había vehículos blindados y guardias armados por todas partes”.
Impartido por Nancy Salzman, cofundadora de la secta que se declaró culpable de “chantaje sistematizado” en la acusación contra Raniere, la clase también la tomaron Emiliano y su entonces novia, la actriz Ludwika “Mika” Paleta. El seminario cerró con un elegante brindis ofrecido por Emiliano y “Mika”, con quien se casó ese año, en un penthouse con terraza, que describe como una fortaleza a la que se ingresa por una puerta de metal “tan impenetrable” como la caja fuerte de un banco (página 79).
A medida que aumentaba el número de detractores, Raniere formó un grupo de espías conocido como los “monos voladores”. Lo integraban la élite de la secta: Emiliano Salinas, Alex Betancourt (copropietario de NXIVM México), Sara y Clare Bronfman, Nancy y Lauren Salzman, y la actriz Allison Mack. Aunque los “monos voladores” fueron acusados de complicidad en los delitos de Raniere. Emiliano, Betancourt y Sara Bronfman no fueron acusados” (páginas 207-207).
Source: Mexico