Sabes que la economía está mal cuando empiezas a vender tus cosas para conseguir dinero. También sabes que la economía está realmente fatal cuando son los ricos quienes tienen que vender las suyas. Y eso es justo lo que pasa ahora.
La casa de subastas Morton tiene 34 años de existencia y, de acuerdo con quienes han trabajado ahí casi desde el inicio, jamás tantas personas habían acudido a ella para poner a la venta una infinidad de artículos con valor económico y, sí, también sentimental.
“Nunca habíamos visto este furor”, aseguró Manuel González, director de operación de Morton Subastas. “Hemos tenido subastas muy selectivas, muy importantes, hemos tenido subastas globales, pero en el mercado mexicano, del consignante mexicano, no habíamos tenido jamás este furor”.
En pocos meses, Morton se ha convertido en un destino cada vez más familiar para aquellos que, afectados por la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19, han tenido que liquidar varias de sus posesiones de mayor valor para enfrentar un entorno que se vuelve más adverso con la prolongación de los cierres y restricciones para hacer frente a los contagios.
Joyas, relojes, piezas de arte, vinos y licores, libros, documentos históricos, antigüedades y vehículos son llevados constantemente a las puertas de la casa de subastas para ser evaluados por los especialistas de la firma y, en algunos de varios formatos, ser puestos a consideración de otras personas con bolsillos todavía sanos, o menos afectados por la pandemia, que andan en busca de alguna pieza de alto valor, a un precio más ‘competitivo’.
De acuerdo con la encuesta más reciente de Citibanamex, el promedio de especialistas consultados por el banco estima que la economía mexicana va a caer 9.8 por ciento, el mayor desplome del país en su historia moderna. Y el próximo año no será mejor, pues en las previsiones más optimistas, el PIB nacional repuntaría 3.4 por ciento, apenas una tercera parte de lo perdido este año. Adicionalmente, Banco de México espera que alrededor de un millón 184 mil personas pierdan su empleo en algún punto de 2020.
Muchos de los clientes de Morton, además de coleccionar, se dedican a la reventa de objetos valiosos en el extranjero. Por ejemplo, ese whisky de más de medio millón de pesos, casi con toda seguridad, terminó en una subasta internacional en donde el vendedor obtuvo unos 100 mil pesos adicionales. Las obras de arte de artistas reconocidos, como David Alfaro Siqueiros y Leonora Carrington, suelen hallar también su camino fuera de México, con una ganancia importante para el consignante.
González sabe que esta época boyante por la que atraviesa Morton viene a costa de la necesidad en la que de pronto se han encontrado cientos de personas. Pero no todo es malo. El confinamiento ha hecho que muchos escombren sus casas y encuentran algún objeto valioso que los saque de algún apuro o simplemente les deje una ganancia adicional.
“Tengo la esperanza de que la cosas en México van a salir adelante, pero si no es así, habrá más gente consignando cosas con nosotros”, añadió. “Visto solo desde el lado del negocio está bien, pero como persona, como mexicano, no me gustaría que pasara”.
Por: El Financiero
Source: Mexico