El peso ha tocado mínimos históricos durante las últimas semanas. La falta de acuerdos del Gobierno griego con sus acreedores y el inevitable aumento de la tasa de interés estadounidense se han tomado como las principales causas. Sin embargo, en cifras concretas, la moneda mexicana se ha devaluado casi un 20 por ciento en lo que lleva el sexenio del Presidente Enrique Peña Nieto, con una caída que ha sido constante.
El lunes 3 de diciembre del 2012, a dos días de que la administración federal en curso dio inicio, el dólar concluyó en bancos en 12.93 pesos y se ha incrementado 3.13 pesos. En un significativo contraste, ayer martes la moneda estadounidense cerró en 16.06 pesos, un centavo más que el lunes. Aunque su apertura resaltó más al situarse en 16.13 pesos y saltar durante la jornada a 16.15 pesos.
En lo que va de este año el peso se ha mantenido por arriba de las 15 unidades frente al dólar y no ha hecho más que seguir disminuyendo, sometiéndose a la fortaleza del tipo de cambio de Estados Unidos.
El 2 de enero el dólar cerró en 15.15 pesos, pero desde que los choques entre el gobierno heleno y sus socios se acentuaron, la divisa mexicana ha presentado números rojos más representativos. El cinco de junio alcanzó por primera vez la barrera de los 16 pesos y terminó en 16.01. De enero a la fecha se ha devaluado 5.6 por ciento.
De acuerdo con los analistas de Societe Generale, podría incluso situarse en “los 17 pesos por dólar”.
Diversas publicaciones extranjeras han documentado que es el peor nivel registrado desde 1993, cuando el Gobierno mexicano renombró a la moneda para crear el denominado “nuevo peso”.
La depreciación del peso contra el billete verde se encuentra en su peor momento desde el efecto tequila, cuando la moneda sufrió una fuerte devaluación en plena transición entre el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, señalaron medios internacionales.
Durante la administración panista las devaluaciones fueron del 16 y 15 por ciento, respectivamente. El gobierno de Vicente Fox Quesada, el de la transición democrática, recibió un dólar en 9.50 pesos y lo entregó en 11 pesos a Felipe Calderón Hinojosa, cuya administración finalizó con un billete verde en 12.93 pesos.
La moneda mexicana está en el limbo: cada mes baja ligeramente más, advirtió el Finantial Times. Los especialistas consideraron que el peso sigue siendo una de las monedas más vulnerables ante los temores por el anuncio de la Reserva Federal sobre el incremento de su tasa de interés que se conocerán en septiembre próximo.
LA VOLATILIDAD, SEGÚN FUNCIONARIOS
Este fenómeno de volatilidad no ha pasado desapercibido para las principales autoridades financieras del país. Para el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray Caso, los mercados mexicanos tienen condiciones fundamentales de liquidez y orden para enfrentar y “salir adelante” de estos golpes al tipo de cambio. Así lo dijo el día en que los bancos griegos amanecieron cerrados.
En tanto, el responsable de la Secretaría de Economía (SE), Ildefonso Guajardo Villarreal, reconoció que el choque en Grecia no son buenas noticias, debido a que este tipo de procesos hacen que los capitales fluyan hacia inversiones de alto nivel de seguridad y poco riesgo, lo que afecta a países emergentes. Entre ellos, México. Pero insistió que a pesar de los “efectos serios” que se han manifestado en una depreciación del tipo de cambio del peso, “no se asemejan a los coletazos que se están dando en otros lugares del mundo”.
Por su parte, el Gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens Carstens, consideró que la depreciación que ha registrado el peso en los últimos días ha sido “exagerada” por elementos como la crisis de deuda de Grecia. Aseguró que la situación griega tiene una aportación muy limitada de contagiar a los países emergentes, entre ellos México, por lo cual opinó que esta depreciación “podría ser un fenómeno transitorio”.
El banquero central dijo que si bien ha habido algunas variaciones en la cotización del peso, estimó que el tipo de cambio está bien anclado por los fundamentos de la economía mexicana, y “eso al final del día va a hacer la diferencia”.
El viernes pasado, los analistas consultados por el Banco de México (Banxico) dijeron que las expectativas sobre los niveles esperados para los cierres de 2015 y 2016 aumentaron con respecto a la encuesta de mayo. Colocaron la venta del dólar para 2015 de 15.08 a 15.26 pesos y para el año entrante de 14.81 a 15.01.
A su vez, el economista en Jefe de BBVA Bancomer, Carlos Serrano, afirmó que la volatilidad continuará en los mercados financieros en tanto no se defina el incremento en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos y el modo en que lo hará.
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