La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) lo advirtió hace apenas dos semanas: la pobre formación educativa de los mexicanos tiene al país sumido en tal “mediocridad” productiva que, desde 20 años, los indicadores de crecimiento económico de México van en picada y a la fecha son hasta un 60 por ciento inferiores al promedio del resto de los países miembros.
La causa o una de las principales razones de este “mediocre rendimiento”, dice el estudio “México, políticas prioritarias para aumentar las habilidades y el conocimiento de los mexicanos para una mayor productividad”, es el “pobre nivel de habilidades de su fuerza de trabajo” y su bajo desempeño escolar, estos a su vez causados por la poca calidad de un sistema educativo que dejó de ser atractivo y que, “en contraste con el resto de lo países, no necesariamente reduce el riesgo de estar desempleado”.
Por tanto, agregan los datos del documento, la mayoría de los estudiantes deserta del sistema educativo en el nivel medio superior y, en 2012, sólo 22 por ciento de todos los adultos entre 25 y 34 años reportaron tener educación más allá del medio superior, lo cual es la mitad del promedio de la OCDE.
Publicado a mediados de mayo, el estudio advirtió también desde entonces que, si bien la Reforma Educativa aprobada en 2012 es “clave” para enfrentar estos graves problemas de productividad, sobre todo a través del “mejoramiento del papel de los maestros” en el sistema, México enfrenta en ese aspecto uno de sus principales pendientes.
“El Gobierno mexicano ha aplicado una serie de reformas para mejorar tanto la cantidad como la calidad de la educación obligatoria (…) Los temas clave que falta resolver son el aumento en la calidad de la enseñanza, la profesionalización de los líderes y la transparencia en la gestión y financiamiento de todo el sistema”, dice el documento.
“La OCDE ha propuesto una agenda de políticas de acción para que las escuelas, los directivos y los maestros reciban mejor apoyo para realizar sus tareas en México, como aumentar la calidad de la enseñanza: México necesita mejorar el rol que tienen los maestros a través del establecimiento de estándares claros de prácticas, asegurando que haya programas de preparación docente de alta calidad, atraer a los mejores candidatos, profesionalizar el reclutamiento, la selección y la evaluación de los maestros, y una mejor vinculación entre los maestros y su desarrollo profesional con las necesidades de las escuelas”, agrega.
En este contexto, dice también la investigación, la evaluación de los maestros es necesaria para impulsar estas mejoras: “Es importante que la evaluación docente universal que ya se ha establecido provea oportunidades de mejoramiento y se alinee con la reforma curricular. Una vez que se haya implementado y sus reglas estén vigentes, puede incluir un sistema de consecuencias formativas, como premios para la excelencia docente y apoyos a los que presenten menos resultados. Los maestros que presenten consistentemente malos rendimientos deberán ser excluidos del sistema educativo”.
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