Servando Gómez Martínez, ‘La Tuta’, líder del cártel ‘Los Caballeros Templarios’, aplicaba una estrategia de comunicación que incluía la difusión de videos de sus encuentros con presuntos aliados, con un claro mensaje político: mostrar su poder, la protección de la que goza, develar alianzas y la corrupción del poder público ligada a su historia criminal.
Pero también una advertencia de que quienes no cumplieran los acuerdos serían exhibidos.
Martín Gabriel Barrón Cruz, uno de los reconocidos expertos criminólogos del país, especialista en delincuencia organizada e investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), señala que aunque los objetivos del mensaje son distintos, el método es similar al que usó en su momento el empresario Carlos Ahumada, quien también, como ‘medida de protección’, grabó a autoridades del gobierno del Distrito Federal, y luego publicó videos para exhibir actos de corrupción, con una intencionalidad política.
Detalla que en el caso de ‘La Tuta’ y los ‘Templarios’ no puede perderse de vista que desde su surgimiento como ‘La Familia Michoacana’, tienen una ideología seudoreligiosa y su discurso autojustifica su actividad criminal, por lo que han ideado una estrategia para hacer llegar su mensaje, con la intención de ganar y mantener el apoyo social.
A diferencia de otros narcotraficantes que buscan tener bajo perfil, que se manejan como empresarios, por ejemplo, para evitar que se detecten sus operaciones, el ex profesor de primaria gustaba de aparecer en entrevistas para cadenas internacionales o en YouTube con sus propias producciones, y de acuerdo con las investigaciones de la PGR, hasta contaba con estrategas de prensa y publirrelacionistas, como lo fue Dionisio Loya Plancarte, detenido en enero pasado.
El Informador