La Asamblea legislativa del Distrito Federal aprobó la nueva Ley de Protección y Bienestar Animal para el DF, en la que se incluyen sanciones para quien cometa actos de crueldad y maltrato a los animales; sin embargo, activistas coincidieron en que las nuevas disposiciones disminuyen el reconocimiento de actos de crueldad, quitan facultades a las autoridades que han generado avances en la materia y acaban por ser iguales a las anteriores, por lo que la calificaron de “una simulación”.
El dictamen aprobado el jueves pasado, contiene una serie de sanciones, que van de una amonestación hasta los 139 mil 900 pesos, para quienes dejen a sus mascotas en una azotea, encerradas en un auto y las utilicen en prácticas de vivisección con fines didácticos en escuelas.
Al respecto, José Luis Carranza, coordinador general de Frente Ciudadano Pro Derecho Animal (Frecda), comentó en una entrevista con Publimetro que si bien la nueva ley incluye sanciones, no hay garantía de que éstas se apliquen ni explica la forma en que se efectuarán.
Señaló que en la ley anterior, se mencionaban las definiciones sobre tipos de maltrato, lo cual se excluirá en la reformada sustituyéndolas por “actos prohibidos”.
“El artículo 24 manejaba nueve hipótesis de lo que era considerado maltrato o crueldad. Nosotros habíamos propuesto que a la ley anterior se le agregaran fracciones, pero los legisladores cometieron un grave error al derogar la legislación en lugar de hacer anexos y adiciones donde hacían falta, cambiaron el esquema y lo único que hicieron fue poner más multas cuando sabemos que para sancionar se debe comprobar el maltrato”, opinó.
También le quita facultades a los jueces cívicos para emitir citatorios en domicilios donde se incurra en presunto maltrato animal, por lo que sólo pueden actuar en casos que ocurran en la vía pública, señaló.
Así, el abogado llamó al jefe de Gobierno a no publicar la ley, con el objetivo de que sea modificada.
Norma Huerta, presidenta de la asociación Mundo Patitas, comentó que, a su parecer, la legislación es “muy parecida” a la ley que ya existía. En ese sentido, mencionó que no se necesitan más leyes, sino que las existentes se cumplan.
Coincidió en que no queda claro hasta qué punto se considerará que existe maltrato y eso propicia que no haya sanciones penales, pues la mayoría son administrativas.
“Tenemos muy claro que en caso de que los perros hayan perdido la vida podemos hacer una denuncia penal; pero no sabemos en qué grado es maltrato”, mencionó.
A favor de las modificaciones, destacó la prohibición de tener a los animales en azoteas sin condiciones de seguridad y sanidad, el tener a los animales encerrados en autos, así como poner en el radar a las peleas de gallos, debido a que en ocasiones anteriores, los animales de corral no se consideraban.
Aseveró que, además de esta ley, hace falta que se regule a nivel federal respecto a la Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-033-ZOO-2010 para garantizar su prohibición.
Por separado, Yolanda Romero, presidenta de la asociación proanimal Por Nuestros Hermanos Sin Voz, argumentó que cualquier avance legislativo es un logro; pero las fallas persisten en torno a la aplicación de sanciones, debido a que en la práctica no es suficiente la denuncia ciudadana por maltrato para que se haga un seguimiento penal del caso.
Comentó que también hace falta coordinación entre las autoridades como la Brigada Animal de la Secretaría de Seguridad Pública del DF y de la Procuraduría Ambiental, para la vigilancia de los casos.