Analistas de la política mexicana no ven a Miguel Ángel Mancera Espinosa como un candidato competitivo para la Presidencia de la República. No uno, coinciden, que pueda hacer frente a los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN), y mucho menos al único exponente de la izquierda con posibilidades reales: Andrés Manuel López Obrador.
La apuesta del Jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), de acuerdo con las voces de expertos, es salvar lo poco que pueda rescatar de su administración en los dos últimos años que le quedan y tratar de mejorar su baja popularidad y aceptación entre los capitalinos.
Mancera Espinosa no es ni por poco un exponente real para pelear la Presidencia de la República en 2018, afirmaron a SinEmbargo. Pero el mandatario de la capital del país puede “vender” su capital político al candidato que repunte en las encuestas.
“Mancera está apostando a que ese candidato será el del PRI, porque él en su corazón es priista. El priismo es una forma de hacer política, no es un partido y él, como [Agustín] Basave, se identifican más con el PRI, que con otro partido”, dijo Virgilio Bravo Peralta, director del Centro de Negociación, Mediación, Conciliación y Arbitraje (Cenca) del Instituto Internacional de Estudios de Derecho y Jurisprudencia (IIEDJ).
Para Bravo Peralta está claro que Mancera sabe muy bien que no cuenta con el capital político suficiente para ser un candidato competitivo: está sólo y ni siquiera tiene un equipo de trabajo, pues su gabinete pertenece a las tribus dominantes del PRD.
Entonces Mancera, quien marcó un claro distanciamiento con López Obrador en las últimas semanas, está jugando sus cartagineses s: tiene una alianza política, más no electoral, con el resto de los nueve partidos al interior de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), para hacerle frente a Morena en la capital, opinó.
Pero esa alianza no va más allá de a ciudad. En el panorama nacional cada partido tendrá su exponente para 2018. El analista explicó que a Mancera sí le vendieron la idea de que puede ser candidato, pero descartó que sea tan “ingenuo”, como para creer realmente que puede competir en el terreno electoral con la apuesta del PRI, PAN y Morena.
“Mancera es un académico, es penalista, pero metido en la política en tres años perdió la mitad del DF. El equipo que él tiene, que no es de él, está en manos de grupos, lo veo deteriorándose cada vez más. Hace tres años lo dije: no hay plan, no hay estrategia, no hay seguridad, niega que estén los carteles en el DF; quiere esconderse como el avestruz. Obedece a la inexperiencia política, a las tribus que lo tienen recluido en el Palacio de Gobierno. No puede hacer frente a López Obrador, que es un fenómeno, ya lo vimos: en una elección con poco tiempo que tenía Morena como partido y con pocos recursos, le quitó la mitad del DF. No veo cómo lo pueda revertir”, dijo.
Sin embargo, Mancera no está muerto. Es el Jefe de Gobierno y buscará una candidatura independiente o por algún partido. En 2018 se plegará al que él considera el ganador para sumarse a su gabinete o ganar el apoyo para alguna senaduría.
“No creo que él se vea como un candidato viable, con posibilidades de ganar en 2018, creo que hay otros personajes que se mueven y los partidos cuentan mucho. En el caso del PRI, el candidato que pongan tiene la fuerza y la base necesaria para ser competitivo. En el PAN tiene que ser un liderazgo fresco, puede ser Margarita Zavala, y en Morena ya sabemos cómo se llama y que parece que las encuestas le dan un porcentaje importante”, explicó.
NAVEGARÁ CON BANDERA INDEPENDIENTE
Mancera-PROMO-popularidad
Hace unos días el PRD anunció que una “personalidad de la vida política del país” se integraría a las filas del partido. El anuncio generó gran expectación ante la sospecha de que se trataba de Miguel Ángel Mancera.
No fue Mancera. Sí fue René Arce Islas.
Pero el nombre de Mancera quedó flotando en el aire y la interrogante de si se afiliará o no al Sol Azteca. Y cuándo.
Los analistas coinciden en que no será así. Al menos no es 2016, ni 2017.
“Mancera está muy mal en su popularidad. Si se lanza, tendrán que decidir si se va como independiente, no creo que algún partido lo quiera apoyar. Salvo MC [Movimiento Ciudadano], si no quiere ir con Morena”, dijo José Antonio Crespo Mendoza, politólogo del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Crespo Mendoza explicó que MC decidirá si va con Morena acercándose 2018, pues si va por su lado no tiene un candidato fuerte, que pueda dar la pelea.
Lo mismo sucede con el PRD, quien a pesar de la crisis en la que se encuentra el partido, no apoyaría a Mancera.
“Mancera se seguirá como independiente. Tratará de hacer lo mejor posible, pero no se ve que pueda hacer algo. Evaluará qué posibilidades tiene y dónde puede caer mejor. El PRD no creo que lo avale. Él [Mancera], estará pensando que sí, que quizá. Yo no veo cómo pueda mejorar su imagen”, añadió.
Gustavo López Montiel, experto en partidos políticos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), coincidió con Crespo Mendoza en que Mancera seguirá sin afiliarse al PRD por un tiempo.
Pero no descartó que el partido lo postule en una alianza con MC o por su cuenta. Lo mismo opinó Bravo Peralta: “Mancera está débil, pero no muerto”.
“Lo que está esperando es ver qué capital político puede juntar para ser candidato. El PRD es su principal opción. Se tendrá que afiliar en algún momento, será una condición que le van a poner lo grupos”, dijo.
López Montiel detalló que el Jefe de Gobierno “está jugando a ser independiente”, y a construirse una imagen en ese tono.
“Su capital político no necesariamente le daría para generar una candidatura independiente con respecto a otros candidatos. No haría una alianza con el PAN. Sería con el PRD y eventualmente con otro partido”, dijo.
El experto agregó que Mancera solo, no tiene ninguna posibilidad de ganar la elección. El PRD por su cuenta, tampoco.
El Sol Azteca incluso podría tratar de sumarse a la campaña de López Obrador para no morir en el camino.
Bravo Peralta dijo incluso, que Morena terminará por consumir al PRD y llevarse a sus filas a los perredistas que quieren continuar con una carrera política en la trinchera de la izquierda.
MANCERA IMPOPULAR, BUSCA SER CANDIDATO
Mancera Espinosa llegó a su Tercer Informe de Gobierno desgastado, impopular y con una crisis de imagen pública. Muy lejos de la aprobación de la población, pero muy cerca de la cúpula política federal.
Pero su impopularidad entre la población que votó por él en 2012 puede ser no lo más importante para el mandatario. A pesar de las encuentras y de los cambios en el gabinete que realizó a la mitad del camino, sus aspiraciones presidenciales siguen en pie y se avivan mientras más se acerca 2018.
“Miguel Ángel Mancera atraviesa por un momento difícil. Los niveles de aprobación no logran remontar desde hace tiempo, ya sea por algunas variables que le son ajenas, como las relacionadas con la economía o la persistencia de la preocupación ciudadana en el tema de la inseguridad”, dijo José Antonio Sosa Plata, consultor en Comunicación Política y Coordinador del Diplomado en Redes Sociales 2.0 en la Universidad Iberoamericana.
Mancera Espinosa es el Jefe de Gobierno que ha conseguido el cargo con la mayor cantidad de votos: 63.5 por ciento de los capitalinos que votaron en 2012 lo hicieron por él. Sin embargo, tras tres años de gestión su popularidad ha caído significativamente, como han mostrado las periódicas encuestas de los diarios Reforma y El Universal.
Una encuesta de Reforma de diciembre indicaba que la desaprobación ciudadana del Jefe de Gobierno alcanzaba el 60 por ciento. Dicho porcentaje, que se había mantenido así desde julio de 2014, era el más alto desde que el diario comenzó con el ejercicio, en abril de 2013, cuando el nivel de reprobación del mandatario local fue de 26 por ciento.
En abril de este año, Mancera continuaba con los mismos niveles de desaprobación, pues sólo 40 por ciento de los capitalinos aprobaban su gestión. Para agosto pasado la encuesta del diario capitalino reveló que los habitantes de la Ciudad de México calificó con 5.7 la gestión del mandatario y el porcentaje de aprobación bajó a 37 por ciento.
El 67 por ciento de los líderes de opinión consideraron que Mancera no tiene un buen desempeño y 49 por ciento de los capitalinos dijo que a pesar de los cambios en el gabinete, las cosas seguirían igual.
“En relación con los asuntos de la ciudad está claro que se han acentuado los niveles de molestia e inconformidad. La corrupción en ciertas áreas de gobierno y en las delegaciones, los problemas de movilidad (falta de transporte público, tráfico) o el escándalo que se ha generado con la Línea 12 del Metro han sido, por ejemplo, factores que han incrementado la desconfianza en la gestión del Jefe de Gobierno”, estimó el experto de imagen y comunicación política Sosa Plata.
El analista indicó que en la popularidad que gozó el Jefe de Gobierno a su llegada, jugó un papel importante la aceptación del ex mandatario Marcelo Ebrard Casaubón, quien dejó el poder como uno de los mejores jefes de gobierno de la Ciudad de México.
Justo antes de cumplir seis meses de gobierno, la fundación City Mayors nombró a Mancera como Alcalde del mes de junio y según la página de Internet de la organización, uno de los motivos que se tomaron en cuenta para su elección fue porque “cuando en diciembre de 2012 Miguel Ángel Mancera asumió como Alcalde de la Ciudad de México era inevitable que fuera comparado con sus dos predecesores inmediatos. Después de todo, tanto Manuel López Obrador (2000-2006) como Marcelo Ebrard (2006-2012) implementaron cambios radicales en la ciudad”.
La organización dijo que Mancera supo “tomar lo hecho por Obrador y Ebrard como una base sólida para comenzar a construir una ciudad que pueda competir de manera exitosa con otras metrópolis como Nueva York, Sao Paulo, London y Tokyo”.
Y sí, los analistas coincidieron en que el Jefe de Gobierno sólo proyectó ser el Alcalde que retomó y aprovechó los frutos de la administración de Marcelo Ebrard Casaubón e incluso de Andrés Manuel López Obrador. Pero sin brillo propio, coincidieron.
“Se está construyendo una gubernatura sobre los éxitos de sus antecesores; creo que en estos seis meses hay pocos resultados concretos que se pueda decir: son fruto de su gobierno”, dijo en esa ocasión Luis Miguel Pérez Juárez, profesor Investigador de la Escuela de Graduados en Administración Pública y Política Pública del Tecnológico de Monterrey.
Durante sus primeros seis meses el mandatario no había logrado imprimir su “sello personal” en temas como inseguridad, violencia y contaminación.
A tres años de distancia, Miguel Ángel Mancera imprimió ya ese “sello personal” pero de forma negativa: ante algunas organizaciones civiles es el represor de las calles y el que dejó que el crimen repuntara en una ciudad que dejó de ser “una isla”, a la que el crimen organizado no tocaba.
Sosa Plata explicó que el desgaste de la imagen de Mancera Espinosa obedece a factores externos e internos. Entre los externos destacó una población cada vez más crítica y exigente, un contexto nacional adverso y un gobierno que no se ha comunicado con eficacia.
Entre los internos destacó el factor Partido de la Revolución Democrática, la fuerza política que lo llevó al poder y que padece de una severa crisis, que incluye derrotas electorales y divisiones internas.
“La izquierda acentuó su división y mantiene el conflicto como una característica que no ve bien la ciudadanía. El PRD fue castigado en forma severa en las pasadas elecciones locales. La fuerza que registró Morena fue leída no solo como un fracaso del PRD, sino del mismo Gobierno de la ciudad. Aún más. La comunicación política ha sido uno de sus principales puntos vulnerables porque el gobierno de la ciudad ha mantenido modelos tradicionales y no se ha adaptado a las necesidades que plantean los nuevos medios y las redes sociales. El mismo Jefe de Gobierno así lo ha reconocido en muchas ocasiones”, dijo.
Fernando Gutiérrez Cortés, director del Departamento de Comunicación del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México, estimó que la causa del desgaste de la imagen de Mancera se debe a sus decisiones “impopulares” y a una ruptura con la izquierda que se fue acrecentando conforme pasaron los años.
Hoy Mancera es un político moderado y más coincidente con el Gobierno federal que encabeza el priista Enrique Peña Nieto.
“Tiene coincidencias en diversas áreas con el Gobierno federal. El tema de la Línea 12 fue primordial, pues dejó claro que no cubriría a su antecesor, donde pareciera que pactó con el Gobierno federal para atacarlo”, expuso Gutiérrez Cortés.
Sin Embargo