PUEBLA, 1 de septiembre.- Después de participar en una misa por Paulina Camargo Limón, familiares y amigos de la joven embarazada, de 18 años de edad, quien habría sido asesinada por su novio, realizaron una caminata hacia la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Puebla.
“Ya la pérdida es un dolor, es un sufrimiento, pues el no saber dónde está, dónde está su cuerpo, pues es una angustia, es una desesperación. Especialmente a los familiares, pedir a Dios que los fortalezca en estos momentos”, expresó el párroco.
Como se recordará, Paulina desapareció la semana pasada. Hasta el momento no ha sido localizada. Sus padres dijeron que su novio José María Sosa habría confesado que la estranguló y tiró su cadáver en un basurero, sin que haya sido encontrado por las autoridades.
La marcha de los manifestantes encontró frente a la dependencia estatal un mitin de los parientes y amistades de Arturo Villegas, amigo del novio de Paulina, quien fue detenido, al parecer, por falsedad en declaraciones dentro de este caso.
“El jueves, según está presentado como testigo. De testigo pasó a presunto. Jueves, viernes, sábado, domingo, lunes… incomunicado. ¿De qué se trata? Ora ya me lo trasladaron a otro lado, por falsedad en no sé qué tanto”, dijo María de la Luz Villegas, madre de Arturo Villegas.
Entre la caminata resaltaron veladoras, el paso lento de los dolientes, el bloqueo parcial de la circulación de unidades automotores y, sobre todo, una de las últimas fotografías de Paulina, en la cual destacaba su vientre abultado, con cinco meses de embarazo.
Frente a la PGJ, los familiares y amigos de la joven mantuvieron el silencio y enarbolaron pancartas para demandar justicia; en tanto, la gente que apoya a Arturo subió la voz para repetir el nombre del universitario y demandar su liberación. El contraste no confrontó a los grupos, ni siquiera sus integrantes llegaron a encararse, pese a su discrepancia.
Hasta el momento, la PGJ no ha dado a conocer una versión oficial sobre el caso ni ha confirmado que ya han sido trasladados los dos jóvenes al Centro de Reinserción Social de San Miguel.