Mata a su novia al darse cuenta que sería papá

Christian Antonio González Macías, de 23 años de edad, fue condenado a pasar 34 años y 6 meses en prisión por el delito de homicidio doloso calificado con las agravantes de premeditación, traición y ventaja, así como el delito de aborto, informó Excélsior.

Fue el Juzgado Sexto de lo Penal el que dictó la sentencia condenatoria en contra del joven, quien asesinó a su novia, identificada como Lorena Jazmín, de 17 años de edad, al momento en que se enteró que sería papá.

Los hechos tuvieron lugar en noviembre del año 2012, cuando dos hermanos reportaran que debajo de un arbusto habían descubierto el cuerpo de una mujer, en el fraccionamiento Valle de los Cactus, en la calle Recinto Pitaya en Aguascalientes.

Hasta el lugar se trasladaron agentes ministeriales, quienes constaron que se encontraba el cuerpo de una mujer en avanzado estado de descomposición, el cual fue trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense, en donde, tras la práctica de la necropsia de ley, se descubrió que la víctima estaba embarazada.

Al iniciar las investigaciones, la madre de la joven señaló que la última vez que vio a su hija ésta le comentó que se vería con un amigo identificado como Christian en una tienda de conveniencia ubicada en el fraccionamiento Guadalupe Peralta, y que el joven vivía a tan solo dos casas de la suya.

Los agentes se trasladaron al domicilio y detuvieron a Christian, quien en su declaración precisó que había tenido una relación sentimental con la víctima, con quien había tenido relaciones sexuales.

En su narración, el presunto responsable dijo que el 20 de octubre, Jazmín lo citó en una tienda de conveniencia. Luego de encontrarse en el lugar, ambos se trasladaron a una casa ubicada en el fraccionamiento Villa de las Palmas, en donde Jazmín confesó que estaba embarazada, ante lo cual el joven le reclamó, ya que dudaba que fuera el padre.

Tras los reclamos, los ánimos se calmaron y ambos se trasladaron al monte, en donde comenzaron de nueva cuenta a discutir. El ahora sentenciado perdió el control y, con una navaja, le provocó 20 heridas en el tórax, cuello y cráneo, para después llevar el cuerpo hacia unos arbustos.

Luego del asesinato, el sujeto relató que regresó a la escena del crimen y, al paso del tiempo, al observar que nadie se había percatado del cuerpo, continuó su vida de manera normal, hasta que fue detenido.