Un niño de seis años fue asesinado a golpes por sus padres porque se negó a comer. Los presuntos infanticidas enterraron el cadáver en el patio de la vivienda que rentaban y cuando intentaban huir, el dueño se percató y dio aviso a la Policía que logró aprehenderlos.
Los hechos ocurrieron en el domicilio marcado con el número 194 de la calle Amanqui, del barrio Obradores, cuyo propietario percibió un olor fétido en el jardín de su propiedad y al excavar encontró el cadáver.
Los detenidos, Juan Pablo Mendoza Jiménez, de 37 años (padrastro) y Yesenia Anahí Olvera Trujillo, de 27, madre del menor, declararon ante la Policía ser los responsables del homicidio.
Mendoza, quien dijo ser vigilante en una empresa privada, y Olvera ama de casa, revelaron que el lunes pasado cuando comían, ambos golpearon al niño porque “se negó a probar el alimento”, y “se nos pasó la mano”.
Ambos excavaron un hoyo de un metro de profundidad, donde inhumaron el cuerpo del menor.
Información de: La Jornada